El Gobierno de Rusia ha criticado nuevamente a Estados Unidos por las sanciones ilegales y unilaterales impuestas contra Irán, calificándolas como claras medidas de chantaje, contradictorias y violatorias del derecho internacional.

A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso advirtió que las sanciones podrían terminar afectando de forma negativa las relaciones entre Moscú y Washington.

“En Washington deberían tener en cuenta que nuestras relaciones bilaterales sufrirán serias consecuencias si los operadores rusos se ven afectados por los efectos de las restricciones estadounidenses”, reseñó el texto.

Rusia expone que no se trata únicamente de medidas restrictivas contra Irán, pues las sanciones también terminan comprometiendo el desarrollo de empresas extranjeras y personas que trabajan con la industria iraní en materia de extracción y transporte de hidrocarburos, petroquímica, finanzas y seguros.

“Consideramos que los esfuerzos para imponer la legislación estadounidense en todo el mundo resulta completamente inaceptable”, subraya el comunicado.

Esta declaración rusa se refiere, especialmente, a las medidas aprobadas por el Congreso de Estados Unidos el pasado 1 de agosto, que impone sanciones y castigos a los bancos, compañías de seguros y transportistas que ayudan a Teherán a comercializar su petróleo.

Previamente, el presidente Barack Obama había firmado un protocolo para castigar a otros países que comprarán o vendieran el petróleo iraní.

De igual manera, Moscú tilda estas medidas estadounidenses como contraproducentes, argumentando que el “aumento constante de la presión sobre Teherán” socava los esfuerzos diplomáticos sobre el programa de energía nuclear de Irán.

“Las sanciones unilaterales dañan la unanimidad del sexteto de mediadores internacionales que se dedican a contribuir a resolver el problema”, insiste Moscú.

Precisamente, estas sanciones están destinadas a presionar a Irán para que cierre su programa de energía nuclear con fines pacíficos, que Washington, Israel y otros aliados acusan -sin pruebas- de poseer un interés militar.

Irán ha afirmado en reiteradas ocasiones que, como signatario del Tratado de No Proliferación Nuclear -documento no suscrito por Israel ni Estados Unidos- y miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica, tiene derecho a enriquecer uranio con fines pacíficos.

(Con información de TeleSur)