Obama quiere subirle los impuestos a los más ricos

El presidente estadounidense, Barack Obama, hizo el viernes la primera comparecencia en la Casa Blanca tras su reelección, en la que tendió la mano a los líderes del Congreso para “construir un consenso” sobre la reducción del déficit público pero también insistió en su idea de que “los que ganan más paguen un poco más de impuestos”.

Según el mandatario, que se declaró abierto a “nuevas ideas” para evitar el “fiscal cliff” o precipicio fiscal, los impuestos de los ricos deben aumentarse, mientras los de la clase media no deben tocarse, porque subirlos “no tiene sentido” y “dañaría la economía”.

“La mayoría de los estadounidenses están de acuerdo en mi planteamiento”, aseguró. Obama, acompañado por el vicepresidente Joe Biden en su comparecencia, invitó a la Casa Blanca a los líderes republicanos y demócratas en el Congreso ya la semana que viene para que inicien las negociaciones.

Pero lanzó una advertencia, dirigida sobre todo a los republicanos: el voto ha demostrado que los norteamericanos no toleran disfunciones. “Los ciudadanos no van a tolerar enfrentamientos partidistas”, dijo. “Quieren cooperación, consenso y sentido común, pero sobre todo quieren acción”. Y para demostrar que está listo a firmar un acuerdo, sacó una pluma del saco.

En su vuelta al trabajo tras las elecciones, el presidente dejó claro cual es el primer desafío que va a afrontar, un reto económico, como ya le ocurrió en 2009, es decir evitar el “fiscal cliff”. Este es el precipicio en el que caería el país si republicanos y demócratas en el Congreso lo logran un acuerdo antes de que termine el año. En ese caso, a partir de enero, se aplicaría un paquete de recortes en el presupuesto y un aumento de los impuestos.

“No estoy casado con cada detalle de mi plan pero me niego a aceptar cualquier posición que no sea equilibrada”, dijo. Aceptar algo distinto significaría desacelerar la economía, que se está recuperando de la gran recesión y que es la prioridad, junto al mercado de trabajo, explicó.

El presidente subrayó en este mensaje su apoyo incondicional a la clase media, haciéndose portavoz de esa mayoría de estadounidenses que lo reconfirmó al frente de la Casa Blanca

por otros cuatro años y demostró que lo que dijo en campaña electoral no era solo un eslogan para conquistar votos.

Para los demócratas, las alícuotas fiscales sobre los más ricos deben aumentarse, mientras las de quien ingresa menos de 250.000 dólares al año no deben tocarse.

Los republicanos, por su parte, quieren que se renueven todas las desgravaciones fiscales, incluidas sin embargo también las destinadas a quien gana más de 250.000 dólares: una franja

importante de población, según el speaker de la Cámara, John Boehner, porque incluye también a las empresas que, ante un endurecimiento de la presión fiscal, podrían recortar los

empleos y las inversiones.

“Sabemos lo importante que es evitar el fiscal cliff”, dijo Boehner. Unas palabras que fueron interpretadas como una apertura también por Wall Street, que interrumpió la serie negativa y registró una suba.

(Con información de El Clarin)


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