El inicio de las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla FARC en Cuba fue aplazado hasta el lunes 19 de noviembre para definir mecanismos de participación de la sociedad civil, anunciaron ambas partes en un comunicado conjunto.

“Acordamos continuar la reunión técnica para ultimar detalles de los mecanismos para la participación ciudadana entre el 15 de noviembre y hasta el 18 del mismo mes. El lunes 19 en La Habana, Cuba, los delegados negociadores empezarán la discusión sobre la agenda acordada”, dice el comunicado publicado en la página web de la Presidencia colombiana.

El ministro del Interior, Fernando Carrillo desestimó en declaraciones a periodistas que problemas de fondo hayan ocasionado el aplazamiento de las conversaciones.

“La verdad fueron sólo circunstancias de carácter técnico. Como ustedes se pueden imaginar hay que montar todo un andamiaje para que esto funcione, sobre todo las relaciones con la opinión pública, con los medios, y no se alcanzó a poner en marcha todo el dispositivo”, dijo.

Según Carrillo, “realmente a eso fue a lo único que obedeció esta demora. Yo creo que problemas de fondo no hay”.

Al referirse a lo que sería la participación de la sociedad civil en las negociaciones, el funcionario explicó que lo que ha pasado es que “se han abierto unas compuertas de diálogo”.

“Hay unas propuestas que de alguna manera se van a canalizar con la intervención de los organismos internacionales” que “están siendo sistematizadas con Naciones Unidas y que lo que busca es un poco recoger la opinión de los colombianos acerca de todos estos temas”, concluyó.

Hasta ahora se había descartado que la sociedad civil pudiese participar en las conversaciones, previstas para arrancar el próximo jueves 15 de noviembre.

Una comisión técnica del gobierno colombiano se encuentra desde el pasado 6 de noviembre en La Habana, donde se ha reunido con representantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para definir detalles del mecanismo de diálogo.

La mesa de negociación abordará una agenda de cinco puntos: tema agrario, participación política, drogas ilícitas, abandono de las armas y víctimas. Aunque no tiene un tiempo definido, el gobierno ha expresado que esta discusión deberá llegar a acuerdos en un plazo que “se medirá en meses y no en años”.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de visita en Portugal, dijo este martes que espera que “en la mesa de negociación se muestre la buena voluntad. Si hay buena voluntad, hay acuerdos, si no hay buena voluntad, pues no hay acuerdos”.

El proceso de paz, durante el cual no se contempla un cese de hostilidades, fue lanzado formalmente el 18 de octubre en Oslo.

Este será el cuarto intento de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, alzadas en armas desde 1964. El proceso cuenta con el apoyo de Noruega y Cuba, como países garantes, y de Venezuela y Chile, como acompañantes.

Las FARC cuentan en la actualidad con unos 9.200 combatientes, según el Ministerio de Defensa.

En Colombia actúa también la guerrilla guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500 integrantes, que podría comenzar también un proceso de paz con el gobierno de Santos, según declaró el propio grupo insurgente en un comunicado el lunes.

“Anunciamos al país y a la comunidad internacional que la delegación del ELN para el diálogo exploratorio con el gobierno está conformada y lista para cumplirle a Colombia”, refirió esa guerrilla.

El ELN ofreció “pactar un cese al fuego bilateral mientras se dialoga”, al considerar que la “creación de un ambiente no confrontativo podría ayudar a generar confianza y condiciones para que la sociedad participe de una manera más activa y protagónica”.

Además, el ELN propuso la inclusión en el proceso de paz de “movimientos sociales en todas sus expresiones: los procesos regionales, las organizaciones políticas, las personalidades democráticas, los intelectuales, los artistas, los gremios, los pueblos originarios y sobre todo las víctimas del conflicto”.

(Con información de AFP)