Cuba ratificó hoy que la detención del ciudadano estadounidense Alan Gross se realizó dentro los marcos establecidos por la legalidad internacional y la del país caribeño.

En un documento divulgado por la Cancillería, las autoridades cubanas insisten en que se respetó la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, y el Conjunto de Principios para la Protección de las Personas de Cualquier Forma de Detención o Prisión.

De esta manera Cuba responde al pronunciamiento del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, según el cual la detención fue arbitraria.

Gross fue detenido, procesado y sancionado, agrega la nota, por introducir en Cuba, de manera ilegal y encubierta, equipos de comunicaciones con tecnología no comercial limitada para uso militar, además de crear redes clandestinas de transmisión y recepción de informaciones.

La operación formaba parte de un programa del gobierno de Estados Unidos, financiado con presupuesto federal, para subvertir el orden constitucional cubano y estabilidad del país, agrega.

Gross recibió cientos de miles de dólares como pago, señala el texto de la Cancillería, y fue procesado por actos contra la seguridad nacional y el orden público en Cuba.

“Las actividades encubiertas que realizó son violatorias de la legislación cubana y constituyen delitos graves en la mayoría de los países, incluido los Estados Unidos”, manifiesta.

De acuerdo con la nota, el norteamericano sentenciado en 2011 a 15 años, contó desde su detención con todas las garantías y derechos previstos en la Constitución de Cuba, las leyes cubanas y los instrumentos internacionales relativos a estos temas.

Asimismo, Washington fue informado por vía diplomática sobre todos los aspectos referidos al proceso judicial.

Con respecto a las condiciones del recluso, las califica de decorosas y humanas, pues mantiene contacto sistemático con familiares, amigos y abogados, recibe una dieta balanceada con alimentos ligeros de su elección y mantiene correspondencia sin limitaciones.

Adicionalmente, Cuba ha autorizado todos los viajes solicitados por su esposa, además de garantizar facilidades durante sus visitas.

En cuanto a su salud, apunta la Cancillería, Gross mantiene un estado normal, acorde con su edad y las enfermedades crónicas que padece, y realiza ejercicios físicos diarios a su elección que incluyen caminatas y barras.

El estadounidense permanece en el Hospital Militar de esta capital, donde ha recibido atención médica especializada con doctores de alto prestigio internacional y se le han practicado exámenes sin costo alguno, añade.

(Prensa Latina)