La presencia de Simón Trinidad en el diálogo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno, ayudará “a la construcción de la patria en convivencia, en solidaridad”, aseguró Iván Márquez.

En exclusiva con Prensa Latina, Márquez, jefe de la delegación guerrillera en estas pláticas, destacó la experiencia de Trinidad, quien cumple una condena de 60 años en Estados Unidos.

Trinidad participó en los llamados diálogos del Caguán con el gobierno del conservador Andrés Pastrana (1998-2002).

“Simón es como una bandera de paz al viento. En la mesa, estamos seguros, ayudará con su sabiduría y amor al pueblo en la construcción de la patria en convivencia, en solidaridad”, subrayó el comandante Márquez.

Para el líder guerrillero, la presencia de Trinidad sería “un acto de justicia y su ausencia todo lo contrario, porque seguiría condenado por un delito que jamás cometió”.

Las FARC-EP hacen y harán “todos los esfuerzos y el lobby que sea necesario, para que su vinculación física a la mesa de La Habana sea una realidad”, explicó.

En opinión del comandante insurgente, sería “un acto de reivindicación de su soberanía jurídica” si el Estado colombiano procediera a solicitar el recurso de Exequator para que “Simón regrese a su patria” y juegue el papel “que le corresponde en la búsqueda de la paz”, cuya mesa de diálogo tiene lugar aquí en La Habana.

Durante la primera ronda de conversaciones que transcurrió desde el 19 al 29 de noviembre último en el Palacio de las Convenciones, en el oeste de esta capital, la delegación de la guerrilla insistió en la presencia de Trinidad.

En una de las jornadas, instaron mediante un comunicado al presidente Barack Obama a indultar a Simón Trinidad.

“Inmenso aporte a la paz de Colombia haría el Gobierno de Estados Unidos con ese gesto de humanidad”.

“Solicitamos al presidente de Estados Unidos, que en uso de su facultad para indultar, permita que Simón Trinidad, delegado de paz de las FARC-EP pueda hacer presencia física en la mesa de conversaciones de la Habana”, concluía el documento leído entonces por el guerrillero Ricardo Téllez.

(Prensa Latina)