Receso breve en mesa de conversaciones para paz de Colombia

El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP) realizan hoy un breve receso en las conversaciones de paz que tienen a esta capital como su sede permanente.

Las partes reanudaron el pasado lunes el diálogo en el Palacio de Convenciones, donde centran las discusiones en el tema de la tierra, el primero de una agenda de seis puntos.

Los otros asuntos a discutir son la participación política, el fin del conflicto, el problema del narcotráfico, la atención a las víctimas y los mecanismos para refrendar y verificar lo acordado.

El alto en las pláticas cumple la estructura prevista, de tres días de conversaciones y uno de receso, este último destinado -según dijeron- a consultas y análisis internos sobre lo abordado en el acercamiento, el cual deviene un nuevo intento de poner fin a décadas de conflicto armado en ese país suramericano.

Tanto la delegación gubernamental, con el exvicepresidente Humberto de la Calle al frente, como la de las FARC-EP, encabezada por el comandante Iván Márquez, retomaron el 14 de enero al diálogo después de 23 días de receso, con un llamado a mayor celeridad en el tratamiento de la agenda.

Para de la Calle, se necesita incrementar el ritmo, y la urgencia responde a que “la gente quiere ver un proceso eficaz, digno, rápido y serio”.

Por su parte, Márquez llamó a la celeridad en el análisis profundo e integral, “pensando en los intereses de las mayorías nacionales”.

Ambos equipos han reiterado su compromiso con la búsqueda de la paz y su interés en que los diferentes actores de la sociedad colombiana participen en el proceso con criterios y propuestas.

La mesa instalada en Cuba el 19 de noviembre ha facilitado ese interés de amplia participación con mecanismos como una página web y un foro sobre desarrollo agrario celebrado en Bogotá.

El Gobierno y la guerrilla también han fijado postura sobre la cuestión de la tierra, considerada un punto clave por su vinculación con el origen y profundización del conflicto colombiano, que ha costado miles de muertos, millones de desplazados y desigualdad en el campo.

Al respecto, las FARC-EP presentaron en la reanudación del diálogo una propuesta de reforma rural y agraria desde un enfoque socio-ambiental, democrático y participativo.

Según explicó un portavoz de la insurgencia, la iniciativa surgió del estudio de los criterios emitidos por los colombianos a través de los instrumentos facilitados por la mesa de conversaciones, en la cual Cuba y Noruega desempeñan el rol de garantes.

El propósito declarado es el de contribuir a la democratización real del poder territorial, de la sociedad, del Estado y del modelo económico en su conjunto, así como al bienestar de la población.

Por su parte, el Gobierno mencionó la puesta en marcha de acciones para la transformación del campo, una política que calificó de avanzada, audaz y nueva, en la que se respeta la propiedad privada.

Además, reiteró que en las pláticas están en discusión los seis puntos previamente pactados y no el modelo de desarrollo económico impulsado por el ejecutivo.

Mañana se reanudarán las conversaciones con el tema de la tierra en la agenda, el cual ha sido tratado desde el 19 de noviembre en 24 jornadas y más de 110 horas de trabajo.

(Prensa Latina)


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