El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este lunes que es imprescindible reformar el Sistema Interamericano de Derecho Humanos, “debemos buscar algo nuevo, mejor y verdaderamente nuestro”.

En su alocución durante la Convención Interamericana de Derechos Humanos, el mandatario ecuatoriano resaltó que América Latina “está viviendo una verdadera revolución democrática en sus países que le permite sacarse viejas costumbres” que permitían que una burocracia de forma autónoma desde Washington se convirtieran en fiscales de nuestros Estados.

“Si no podemos corregir los últimos vestigios del neoliberalismo y neocolonialismos en nuestra América, enquistados en la CIDH, los pueblos no nos perdonarán (…). Debemos buscar algo nuevo, mejor y verdaderamente nuestro”, enfatizó.

Correa rechazó que Estados Unidos, un país que no es miembro parte del organismo, ni ha suscrito ningún acuerdo del Sistema Interamericano de Derechos Humanos” sea sede de la CIDH.

El mandatario destacó que “las diferencias entre los miembros adscritos y quienes financian al organismo pero no subscriben los acuerdos en materia de Derechos Humanos terminaron de pervertir una herramienta que debe beneficiar a los países de la región”.

“Así es que pueden intervenir en otros con la inmunidad de adherirse a los compromisos y obligaciones que el resto tenemos como Estados parte”, resaltó.

Estados Unidos y Canadá figuran como dos de los mayores donantes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2010. Sin embargo, ninguno de estos países están suscritos al acuerdo de San José, que reconoce la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para juzgar los casos denunciados por la entidad.

Ecuador plantea que la Comisión y la Corte sea constituida por nacionales de los estados que han ratificado el Pacto de San José, “porque ha sido presidida por países que no han ratificado la Convención”.

Entre las reformas propuestas por Ecuador, Rafael Correa citó que la CIDH debe tener recursos propios de parte de los Estados que lo conforman y la asamblea de estados partes deben ser quienes dirijan las decisiones. Sostuvo que es necesario una nueva sede para el organismo interamericano y propuso que sea Argentina quien albergue el reformado ente.

Correa indicó que es verdad “que la Corte ha contribuido a juzgar las violaciones de los derechos humanos realizados durante las dictaduras que vivieron los países de la región”.

Sin embargo, remarcó que “ahora a los gobiernos democráticos se los trata peor que a esos regímenes de facto por grupos que antes apoyaban a estas dictaduras, como sucede con el diario chileno El Mercurio, que apoyó el golpe al presidente Salvador Allende”.

(teleSUR)