Casi tres semanas después de celebrarse los comicios presidenciales en Venezuela, el mandatario Nicolás Maduro volvió a denunciar una probable conspiración para atentar contra su vida.

El dignatario suramericano señaló la víspera que existen planes para desaparecerlo físicamente, vinculados al expresidente colombiano Álvaro Uribe, y a grupos de la derecha venezolana que mantienen relaciones con exfuncionarios de Estados Unidos.

“Uribe está detrás de un plan para asesinarme. Uribe es un asesino. Yo ya tengo elementos suficientes de que él está conspirando y hay sectores de la derecha venezolana en comunicación con él para eso”, declaró en una comparecencia televisiva.

El jefe de Estado venezolano advirtió que pudieran penetrar paramilitares en venezuela “por vía selvática”, pero aseguró que tales tentativas no lograrán sus objetivos y que él continuará gobernando en la calle, junto al pueblo.

“Nos protege Cristo Redentor, y las bendiciones de nuestro comandante (Hugo) Chávez, y las bendiciones del pueblo”, dijo.

Según Maduro, estarían implicados en este supuesto complot internacional el exembajador estadounidense en Venezuela, Otto Reich, y Roger Noriega, quien fungió como representante permanente del país norteño ante la Organización de Estados Americanos.

Durante su campaña presidencial, Maduro también hizo alusión a proyectos para atentar contra su vida.

Tras estas declaraciones del mandatario venezolano, se ha hecho tendencia en la red social Twitter la etiqueta (hashtag) #UribeCaprilesClanFascista, que vincula al exmandatario colombiano y al excandidato presidencial opositor Henrique Capriles.

(Prensa Latina)