Obispo estadounidense pide cerrar cárcel de Guantánamo

El portavoz de la Iglesia católica estadounidense, obispo Richard Pates, instó hoy al secretario de Defensa, Charles Hagel, a que se cumpla el compromiso del presidente Barack Obama de cerrar la cárcel de Guantánamo, al este de Cuba.

Pates pidió en una carta al jefe del Pentágono realizar una cuidadosa revisión de los casos de detenidos en ese penal militar, ubicado en la base naval que tiene Estados Unidos en una porción de territorio de la isla caribeña ocupado hace más de un siglo.

Además, solicitó liberar a 86 reclusos que están fuera de toda sospecha, destacó la página digital del diario Independent Catholic News.

El también presidente del Comité sobre Justicia y Paz Internacional en la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, pidió en un carta a Hagel que cumpla con el compromiso del mandatario Barack Obama de clausurar esa cárcel, que se ha convertido “en un símbolo de la detención indefinida sin juicio”.

Pates insistió en que “los detenidos tienen derecho a un juicio justo y limpio en tiempo oportuno”.

Además, dijo que el arresto no es solo injurioso para esos individuos “sino que también lesiona la reputación moral de nuestra nación, compromete nuestro apego con el imperio de la ley y socava nuestra lucha contra el terrorismo”.

Pates, obispo de Des Moines (Iowa), expresó su preocupación por la alimentación forzosa a la cual son sometidos algunos de los presos que están en huelga de hambre y sugirió que el gobierno demócrata atienda “las condiciones desesperadas que han llevado a esta protesta”.

Desde el 6 de febrero más de un centenar de internos de Guantánamo iniciaron el ayuno para llamar la atención sobre los malos tratos a que son sometidos dentro de ese penal, considerado por activistas y defensores de los derechos humanos como un agujero negro en esa materia.

Cada día 44 de los 130 huelguistas son esposados por los militares a sillas y les colocan máscaras sobre la boca para insertarles un tubo nasogástrico de unos 60 centímetros de longitud y por esa vía les suministran alimentos líquidos durante dos horas.

Durante el proceso los reclusos reciben altas dosis de metoclopramida, un medicamento que si se utiliza por más de 12 días consecutivos puede causar desórdenes neurológicos y enfermedades como el Parkinson, de acuerdo con expertos.

Ese denominado centro de detención y tortura fue abierto por Estados Unidos en 2002 para confinar allí a toda persona que, bajo los estándares de Washington, sea considerada sospechosa de terrorismo.

Obama prometió que cerraría la cárcel en su primer año en la Casa Blanca (2009), algo que aún hoy no tiene fecha de cumplimiento, pues en abril retomó el tema pero la oposición republicana sancionó un proyecto de ley para mantenerla abierta, remodelarla e impedir el traslado de los reos a sus países de origen.

(Prensa Latina)


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