Campesinos del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander (noreste), y representantes del Gobierno colombiano se reunirán este jueves para buscarle una salida a la crisis que atraviesan los agricultores por el abandono gubernamental. Desde el pasado 11 de junio los campesinos dieron inicio a una serie de protestas que fueron reprimidas brutalmente por las fuerzas del orden dejando un saldo de cuatro campesinos fallecidos.

El corresponsal de teleSUR en Colombia, Milton Henao, informó que una comisión integrada, entre otros, por el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñan; el viceministro de Defensa y miembros de Departamento de Planeación Nacional arribará al municipio de Tibú, donde se tiene previsto que se desarrolle la mesa de negociaciones.

Por otra parte, Henao señaló que la organización no gubernamental Marcha Patriótica y líderes campesinos denunciaron ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) el abuso de la fuerza pública en las protestas del Catatumbo.

En ese contexto, adelantó que una comisión humanitaria de las Naciones Unidas visitará el Norte de Santander para evaluar la situación de los agricultores y brindar apoyo. Sobre este punto, comentó que “justo después de esta denuncia el Gobierno decidió escuchar las propuestas de los campesinos e instalar la mesa de diálogo”.

La víspera, el ministro de Interior colombiano, Fernando Carrillo, afirmó que el Gobierno dialogaría con los labriegos en el Catatumbo “cuando las condiciones de seguridad lo permitan”,

Tras un encuentro en la Casa de Nariño -sede de la Presidencia- con siete alcaldes de esa zona de Norte de Santander, el gobernador de esa región y el presidente Juan Manuel Santos, Carrillo subrayó que en la mesa de concertación “solo se discutirán los temas puntuales sobre condiciones sociales del área afectada y con los voceros legítimos de las comunidades”, según reseñó un diario local.

Los labriegos, por su parte, aseveraron que no habría posibilidades de diálogo si el Ejecutivo continuaba condicionando las circunstancias de esta reunión.

Este martes, la coacción por parte de las fuerzas de seguridad colombianas en el municipio de Ocaña causó dos muertes y al menos 13 campesinos resultaron heridos, cuando los agricultores se dirigían por el sector Aguas Claras del Catatumbo para manifestar sus reclamos.

Más temprano, la comunidad había denunciado la militarización de esa zona, como parte de la política represiva emprendida por Santos, que el pasado sábado cobró otras dos vidas y dejó más de 16 personas heridas.

Desde el pasado 11 de junio, tensas jornadas viven los campesinos que salieron a la calle a exigir la definición de una Zona de Reserva y la sustitución gradual de cultivos ilícitos mediante proyectos productivos sostenibles.

(Telesur)