El Gobierno de México expresó su “categórica condena a la violación de la privacidad de las comunicaciones de sus instituciones y ciudadanos”, entre ellos el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos y su programa de espionaje masivo.

“Esta práctica es inaceptable, ilegítima y contraria al derecho mexicano y al derecho internacional”, subrayó un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitido luego de que la revista alemana Der Spiegel revelara que la NSA espió el correo electrónico de Calderón cuando éste era presidente, así como los de sus ministros.

A través del texto, México advierte “en una relación entre vecinos y socios no hay cabida a las prácticas que se alega tuvieron lugar; por ello, el diálogo institucional que sostienen las instancias correspondientes es fundamental para mantener su relación de confianza y respeto”.

De igual manera, la nota recuerda el reciente compromiso que el presidente estadounidense, Barack Obama, asumió para “realizar una investigación exhaustiva que conduzca al deslinde de responsabilidades”, luego de que se revelara el mes pasado que la NSA espió también al actual mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.

En esa ocasión, la Cancillería destacó “la importancia que tiene para el país dicha investigación, la cual deberá ser concluida a la brevedad”,

Citando documentos del exanalista de la NSA Edward Snowden, reclamado en EE.UU. por revelar documentos secretos de su país, la revista alemana ‘Der Spiegel’ publicó este domingo que la NSA accedió ilegalmente en 2010 a la cuenta de correo electrónico de Calderón.

La operación habría sido llamada “Flatliquid” y con ella la NSA “explotó exitosamente” un servidor de correo para obtener acceso a la cuenta de Calderón y al dominio mexicano usado también por miembros del gabinete para comunicaciones diplomáticas y económicas.

Anteriormente, en septiembre pasado, otros textos revelados por Snowden dieron cuenta del espionaje de la NSA contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y Enrique Peña Nieto, en 2012, cuando éste era candidato y luego como presidente electo.

Brasil ha protestado por tales denuncias e, incluso, Rousseff suspendió la visita de Estado que tenía previsto hacer a Washington el próximo 23 de octubre.

(Prensa Latina)