Un adios a la Damisela Encantadora de la canción cubana

La Damisela Encantadora de la canción lírica cubana, Esther Borja, falleció hoy a los 100 años de edad, y sus restos fueron cremados y velados en una ceremonia íntima.

Nacida en La Habana el cinco de diciembre de 1913, Borja fue una de las principales voces de Cuba y el continente, con una exitosa trayectoria en los escenarios desde que debutó profesionalmente en 1935.

La rica textura de su voz y su amplia tesitura la hicieron una de las intérpretes principales de la música de Gonzalo Roig, Rodrigo Prats, y especialmente Ernesto Lecuona (1895-1963), autor del vals Damisela Encantadora, compuesto especialmente para ella, en la zarzuela Lola Cruz.

Premio Nacional de Música en el 2001, Borja fue merecedora de numerosos reconocimientos y distinciones, además de descollar en la impartición de sus conocimientos en el arte vocal.

El Ministerio de Cultura y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), informaron su gran pesar por esta pérdida y recordaron el merecido homenaje que varias instituciones, artistas y músicos, le rindieron por su cumpleaños número 100.

Zarzuelas y operetas fueron su escenario natural, igualmente llevó sus actuaciones a la radio, el teatro, el cine y la televisión, en Cuba y en giras internacionales por países como Argentina, Chile, Perú, Brasil, Uruguay, España y Estados Unidos, entre otros.

Se retiró oficialmente en 1984, aunque prosiguió su labor artística como pedagoga en academias y concursos de música, que la ratificaron como una personalidad imprescindible de la historia de la cultura cubana.

Gonzalo Roig, compositor, director musical y fundador de varias orquestas, pionero del movimiento sinfónico en el país, la caracterizó de esta manera.

“Representa para Cuba, lo que Raquel Meller para España, lo que Rosita Quiroga para Argentina, lo que Toña la Negra para México… Pero existe una diferencia entre ellas y Esther Borja, y es que esas grandes figuras han tenido imitadores, y la Borja no; no porque no hayan querido imitarla, sino, sencillamente, porque no han podido…”

(AIN)


Haga un comentario.

Deje su comentario. Usted también puede subscribirse a estos comentarios vía RSS.