Último adiós en Cuba al sacerdote e intelectual Carlos Manuel de Céspedes
Cientos de personas dieron hoy el último adiós al sacerdote e intelectual cubano Carlos Manuel de Céspedes, una de las figuras más destacadas e influyentes de la Iglesia católica en la isla en las últimas décadas.
Fallecido ayer de forma repentina a los 77 años, Céspedes fue enterrado hoy en el panteón sacerdotal del cementerio Colón de La Habana, tras una ceremonia en la parroquia San Agustín, donde ejerció el sacerdocio en los últimos años.
Más de 600 personas abarrotaron la habanera iglesia de San Agustín para asistir a la misa funeral de cuerpo presente oficiada por el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y a la que acudieron obispos y sacerdotes de diferentes provincias, así como seminaristas.
En representación del Gobierno cubano estuvieron el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, y la jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, Caridad Diego.
También asistió el exlíder del Parlamento Ricardo Alarcón, actualmente asesor del presidente cubano, Raúl Castro.
La capacidad de comunicación y de diálogo y el amor a la Iglesia y a Cuba que caracterizaron a Céspedes fueron resaltados a lo largo del servicio religioso, en el que se recordó su vida como hombre de letras y profesor.
El cardenal Ortega destacó que Céspedes fue, en buena medida, el “salvador” del seminario cubano como institución en su momento y subrayó su “amor a Cuba” y cómo lo supo contagiar a los más jóvenes.
Nacido en La Habana el 16 de julio de 1936, Céspedes llevó siempre con orgullo el nombre de su tatarabuelo, Carlos Manuel de Céspedes, el prócer que inició las guerras de independencia en la isla en el siglo XIX y reconocido en la historia de Cuba como el “Padre de la Patria”.
“¡Cuba y la Iglesia son las dos pasiones mías! Siempre lo he dicho porque es así”, aseguró Céspedes hace dos años en una extensa entrevista televisiva.
Precisamente, un “viva” a Cuba y un cerrado aplauso pusieron punto final al sepelio, en el que fieles, religiosos, familiares, amigos y escritores entonaron cantos en su honor, incluido el “Virgen Mambisa” que los cubanos dedican a su patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre.
Sobre su tumba fueron colocadas ofrendas florales de Raúl Castro, del presidente la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Miguel Barnet, y de amigos como la directora del Ballet Nacional, Alicia Alonso.
Al informar hoy sobre la muerte del sacerdote, los medios oficiales cubanos señalaron que “dedicó su vida a la Iglesia Católica y a su país”.
Asimismo, repasaron su labor como intelectual y los honores que recibió, entre ellos la distinción Capellán de Su Santidad y el Premio de la Latinidad que otorga la Unión Latina en Cuba por la labor de toda una vida.
Carlos Manuel de Céspedes cursó Derecho y Filosofía en la Universidad de La Habana y posteriormente estudió Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde se ordenó sacerdote en 1961.
En 1963 regresó a Cuba, en momentos de tensión entre la Iglesia católica y la revolución cubana, que había triunfado en 1959 liderada por Fidel Castro.
Desde 1966 y hasta 1970 fue rector del seminario San Carlos y San Ambrosio de La Habana, donde, además, fue profesor de Sagrada Escritura.
Su trayectoria eclesiástica incluyó cargos como el de vicario general de la diócesis de La Habana, secretario de la Conferencia Episcopal y consultor del Secretariado Pontificio para los No Creyentes de Roma.
En el ámbito intelectual, publicó varios libros de narrativa, colaboró con diversas publicaciones y en 2006 fue recibido como miembro de la Academia Cubana de la Lengua, convirtiéndose en el tercer dignatario católico en entrar a esa institución.
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