Cuba: Cubanos levantan sus propias viviendas
Cubanos necesitados de casas levantaron el 57,5% de todas las que se construyeron en el país de enero a junio de 2013, en tanto el Estado aplicó más modalidades para aliviar el grave déficit nacional, como transformar viejas escuelas rurales en viviendas.
En ese lapso las empresas estatales edificaron el 42,5% de las casas: en total, si se suman las conseguidas por el “esfuerzo propio” de ciudadanos, llegan a 10.500, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
El gobierno informó en septiembre del año pasado que en Cuba había que construir anualmente entre 60.000 y 70.000 viviendas para aliviar el déficit habitacional, considerado como uno de los problemas sociales más agudos que enfrenta el país.
El estatal Instituto Nacional de Viviendas dijo entonces que en el archipiélago se levantaban 3 millones de casas, con 61% en buen estado y el resto “regular o malo”.
Las 10.500 casas edificadas en los seis primeros meses del año anterior indicarían que las cifras de 2013 completo pudieron acercarse a las 20.000, aunque no existe confirmación oficial.
El ritmo anunciado en septiembre último fue de unas 16.000 casas anuales construidas con fondos estatales y entre 8.000 y 10.000 por ciudadanos privados, con derecho a hacerlo a partir de un decreto aprobado por el gobierno como parte de los cambios iniciados en 2008.
Las nuevas estadísticas divulgadas por ONE reflejan una preponderancia de la producción habitacional de los ciudadanos “por esfuerzo propio” sobre el Estado, que continúa aplicando nuevas formas con la esperanza de resolver el déficit atribuido principalmente a la destrucción causada por huracanes y el bajo ritmo de reconstrucción y de construcción de nuevas casas.
Hoy lunes se anunció la conversión en Matanzas, provincia occidental, de dos antiguas escuelas en el campo en viviendas que “propiciará que quienes las habiten se vinculen a la producción agrícola”, explicó el diario oficial Granma.
Las escuelas al campo mencionadas fueron por varias décadas parte de un programa de traslados de estudiantes urbanos de la enseñanza media a los campos para que se educaran en el principio de “estudio y trabajo”.
Los alumnos, al terminar sus clases, hacían trabajo voluntario agrícola.
El programa fue cancelado de manera definitiva en 2009. Los numerosos grandes edificios escolares en zonas rurales que tenían capacidad para centenares de alumnos se han estado convirtiendo en viviendas y en sedes para otros programas sociales relacionados con la agricultura.
En 2010 el déficit de viviendas era de alrededor de medio millón de casas, pese a un amplio programa, el de “microbrigadas”, que permitió que se construyeran edificios de apartamentos en todo el país por trabajadores que dejaban sus puestos normales laborales.
La asistencia técnica y los materiales los suministraba el Estado. No obstante, este programa decayó a partir de la crisis causada por el derrumbe de la Unión Soviética, que fue el mercado crucial de Cuba por cuatro décadas.
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