Como un ejemplo de integración cultural en la región fue catalogado el Premio Literario Casa de las Américas, certamen que en esta 55 edición reúne a un prestigioso jurado de diversas naciones del continente.

Eric Nepomuceno, narrador y periodista brasileño integrante de la representación, significó a la AIN, que este es un lauro único porque abarca todos los géneros y galardona lo mejor de la palabra escrita latinoamericana.

El “Casa” es parte de la contemporaneidad latinoamericana y seguirá siendo el reconocimiento más meritorio y respetado, no por su valor material, sino por lo que simboliza para los escritores de estos pueblos, explicó.

Por su parte, Zaida Capote, crítica cubana evaluadora de los textos, expresó que cada año esta iniciativa se consagra aún más, como una especie de exploración en la producción artística americana.

Los premios extraordinarios, los estudios femeninos y los demás géneros tenidos en cuenta por la institución, constituyen espacios que usualmente no se percibían, apuntó.

Sin embargo, con la promulgación de este certamen, todos estos valores de la cultura del continente que antes andaban perdidos o separados, pudieron ser vistos y comprendidos de manera integrada, alegó.

Asimismo, Norma Vasallo, sicóloga y profesora cubana, miembro del jurado de Estudios sobre la Mujer, sentenció que este concurso propició y contribuyó, desde los inicios, al vínculo entre intelectuales de diversas regiones, a la vez que potenció el surgimiento de otros espacios de intercambio.

El Premio Casa de las Américas, surgió para crear nexos entre Cuba y el resto del mundo, en tiempos en que este país estaba aislado, y se ha mantenido como una fuente de crecimiento profesional para el jurado y los participantes, culminó.

Las sesiones de lecturas de la 55 edición del galardón literario se efectúan en Cienfuegos desde el pasado 20 de enero, lugar en el cual los miembros de la representación escrutan un total de 376 textos.

(AIN)