La inauguración de los primeros 700 metros del puerto enclavado en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), trascenderá como ejemplo de lo que pueden hacer Latinoamérica y el Caribe, en función del progreso de sus pueblos.

Gracias al aporte millonario de Brasil, Cuba ha podido edificar, en lo fundamental, una colosal obra, dirigida a fomentar la participación de capital extranjero en sectores priorizados, e impulsar con ello la industria nacional a través de inversiones sostenibles.

La obra es ejecutada por la constructora brasileña Odebrecht, y cuenta con una financiación de 682 millones de dólares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, el Banco de Fomento del Gobierno brasileño, según reseñó el domingo Cubadebate.

El gigante suramericano ha devenido en los últimos años importante socio comercial de la Isla, con la que tiene proyectos de colaboración también en la producción azucarera y biofarmacéutica.

Ubicado a 45 kilómetros de La Habana, el enclave será espacio idóneo para promover las exportaciones de bienes y servicios cubanos, contribuir a la sustitución efectiva de importaciones y generar empleos, en una constante articulación con el comercio internacional y la economía interna.

Concluidas las acciones constructivas, la obra pondrá a disposición una amplia infraestructura que incluye autopistas, ferrovías y rápida conexión con varios aeropuertos, además, del puerto en sí y la moderna Terminal de Contenedores, en una bahía de aguas profundas, con capacidad para recibir buques de la generación Poet-Panamx.

Para atraer la inversión foránea se estableció una política especial de incentivos fiscales, legales y laborales en la rada, cuya extensión es de 465 kilómetros cuadrados en la provincia de Artemisa.

De acuerdo con Yanet Vázquez, directora adjunta de la Oficina regulatoria de la Zona, la industria, la agroindustria y el desarrollo infraestructural despuntan hasta la fecha entre los sectores de mayor preferencia para los empresarios extranjeros que han presentado sus solicitudes de inversión.

Le secundan proyectos relacionados con los servicios, la agricultura y la biotecnología; mientras que la energía renovable, las telecomunicaciones y la inmobiliaria figuran entre las áreas de menor atractivo para los posibles concesionarios o usuarios, de ser aprobadas sus propuestas, informó recientemente la directiva.

Desde noviembre último, la Oficina comenzó a recibir los intereses de empresarios extranjeros a través del mecanismo de ventanilla única, implementado con el fin de facilitar el proceso de tramitación requerido antes de ser aprobada la inversión.

(AIN)