La adquisición de modernas tecnologías para el desmantelamiento de instalaciones industriales y la recopilación de las estadísticas del fondo de desechos metálicos del país, son hoy las primeras muestras de que Cuba prioriza su política de reciclaje trazada hasta el 2016.

La vicedirectora general de la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas, Marilyn Ramos, explicó a Prensa Latina que en 2013 se realizaron importantes inversiones como la compra de un módulo de desmantelamiento industrial que permite desarmar instalaciones de hasta 30 metros de altura.

Precisó que la falta de ese equipamiento de avanzada tecnología, no permitía aprovechar industrias en desuso con grandes volúmenes de chatarra ferrosa, a las cuales no se podía acceder por la peligrosidad que implicaba su altura.

Ramos agregó que también se ejecuta una inversión en el desguasadero de buques de Bahía Honda, en el occidente del país, con el objetivo de incrementar sus capacidades y poder desmantelar todas las embarcaciones no utilizadas o abandonadas en las costas cubanas, otra posibilidad de tributar a la economía del país.

Una nueva planta de plásticos en la central provincia de Cienfuegos que da la posibilidad de recuperar algunos tipos de plásticos que hasta el momento era imposible reciclar con niveles de calidad y standares internacionales adecuados para la exportación, están entre las acciones enumeradas por la directiva.

Este programa, señaló, fue aprobado en 2012 y sus principios rectores son la concentración de la actividad empresarial estatal para la recuperación de las grandes fuentes generadoras de desechos y su procesamiento industrial, además de atraer la participación de capital foráneo en la creación de nuevas capacidades de reciclaje.

La política ahora en marcha, y que será revisada en 2016, se complementará con una nueva ley de reciclaje, en fase de estudio, y la aplicación de precios que estimulen desde el que genera el desecho hasta el recuperador, algo que los acercará cada vez más a las cotizaciones que funcionan en el mercado internacional.

Aunque aún es corto el tiempo, las primeras evaluaciones arrojan que en el primer año estas modestas acciones permitieron recuperar más de 420 mil toneladas de desechos reciclables, equivalentes a dejar de erogar 220 millones de dólares, si el país hubiera tenido que importar esas materias primas.

(Tomado de Prensa Latina)