Omar Franco a la izquierda

Limpio, por el mismo centro, fue el “Strike” que propinó el integral actor Omar Franco, en su primer espectáculo unipersonal para festejar los 22 años de carrera artística.

Tremendo swing le hizo el variopinto público que abarrotó, anoche, el capitalino Teatro Mella, durante una hora y media de puro goce y aguda reflexión sobre la condición humana, la realidad actual, la identidad cubana y las esperanzas puestas en un futuro mejor para nuestros nietos y biznietos.

La presentación, dirigida por Roly Peña, se distinguió por el gracejo de criollo fino que ubican a Franco entre los 10 más populares humoristas y sobresaliente cultor del humor inteligente en Cuba, según el hit parade de los sitios Web Soy Cubano y D’Farándula, por el elegante doble sentido y por unas amorosas saetas, dirigidas a los fallos y omisiones inexplicables que sufre nuestra sociedad.

Delicioso el personaje de Ruperto, dado a conocer en el programa televisivo Vivir del cuento, a cargo del también sobresaliente humorista Luís Silva, que casi todos esperan los lunes después del Noticiero por el canal Cuba visión.
Este anciano, quien a finales de los años 80 estaba en el Estadio Latinoamericano cuando el estelar Agustín Marquetti con un jonrón regaló el Campeonato Nacional de Pelota al equipo Industriales, batazo que fue a parar a la cabeza de Ruperto y lo mantuvo en coma durante más de 20 años, le sirve a Omar humorística y agudamente para reflexionar sobre los cambios de la nación en ese lapso.

Una caracterización precisa convierten a Ruperto en ese vecino despistado que en casi todos los barrios existe, fuera de contexto y que con sus cuestionamientos, pone el dedo sobre la llaga de nuestras inconformidades, pero siempre desde adentro, desde una profunda pertenencia a las utopías comunes de los cubanos.

En el tránsito entre la primera y segunda partes, se proyectan escenas claves de las películas en las que ha intervenido Omar Franco -Penumbras, Pablo y Habanastation- y que le han merecido el Premio al Mejor Actor de Reparto en el Festival de Cine de Nueva York y su cuarto Caricatos al Mejor Actor de Cine en 2013.

Para el segundo acto convierte al teatro en una gran aula, como bienvenida al próximo curso escolar, y ahí mismo desata unas sabrosas situaciones, emplea fórmulas matemáticas para hacer desternillar de risa al espectador y cierra con una certera escena, que viene siendo como un cuño de identidad de los cubanos.
“Strike”, permanecerá en el Mella hasta el próximo viernes, siempre a las 8:30 p.m.