Resaltan desarrollo de la biotecnología cubana
El científico norteamericano Richard J. Roberts, Premio Nobel de Medicina (1993), resaltó en esta capital que Cuba fue capaz de desarrollar en pocos años productos biotecnológicos que constituyen renglones exportables de la economía nacional.
El experto participó junto a 400 delegados de 34 países en el Congreso Internacional de Biotecnología Habana 2014, finalizado hoy en el hotel capitalino Occidental Miramar.
En declaraciones a la prensa Roberts reconoció a Fidel Castro como el mayor impulsor del desarrollo que actualmente alcanza la biotecnología cubana, que ha alcanzado relevancia mundial.
Expresó que a pesar de la existencia del bloqueo norteamericano a la nación antillana se han mantenido las relaciones de cooperación e intercambio con profesionales del sector.
Roberts expresó que el uso de alimentos genéticamente modificados es una buena opción para alimentar al creciente número de personas que habitan el planeta.
Afirmó que ante los que no creen en el uso eficiente de esa tecnología, la comunidad científica debe asegurarse que se cumplan todos los estándares internacionales establecidos para que tales renglones puedan ser consumidos por las personas.
En Biotecnología Habana 2014 fueron presentados más de 300 trabajos científicos relacionados con la biotecnología acuática, la salud animal, tecnologías de enzimas y plantas transgénicas.
Durante la celebración del evento también se expusieron experiencias sobre la interacción molecular planta-patógeno y se presentaron bioproductos para la agricultura.
(Tomado de Radio Habana Cuba)
Me gusta la investigación pero no pude aplicarme a ella. Si me fuera permitido tener un poder para ellas yo lo emplearía primeramente en recluir, experimentalmente y por el tiempo que sea necesario, a todo el que valiéndose de su posición se permita experimentar con humanos sin su consentimiento, propugnado y estimulado ademas con su silencio cómplice ese tipo de alimentos en el mundo, tanto para los animales como para las personas, y darle de comer solamente alimentos transgénicos, para ellos y todos sus familiares y a comer transgénicos con el objeto de ir observando, midiendo y registrando en el tiempo las transformaciones alérgicas, metabólicas, toxicas, renales, hepáticas y reproductivas que sufrirían sobre todo con el decursar de sus generaciones.