La coalición liderada por Estados Unidos culminó la primera fase de las operaciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Iraq.

El vocero del Pentágono, coronel Steve Warren, aseguró hoy que la coalición liderada por Estados Unidos culminó la primera fase de las operaciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Iraq. El enemigo fue debilitado y ahora iniciamos la segunda etapa, destinada a fracturarlo y desmantelarlo, para después llegar a la tercera fase, cuyo fin es lograr la derrota total de los fundamentalistas, comentó el portavoz.

Si bien las acciones del período inicial estuvieron dirigidas a detener el avance de este grupo extremista, los principales éxitos en ese ciclo incluyeron la recuperación de cerca de 40 por ciento del territorio que el EI mantenía ocupado, así como el aniquilamiento de sus principales líderes y el corte de las fuentes de financiamiento.

De acuerdo con Warren, la segunda fase a iniciar se centra en la fragmentación del grupo extremista, y en la liberación de territorios clave, lo que en el caso de Iraq se traduce en la recuperación de la ciudad de Mosul. En Siria esta etapa prioriza el aislamiento de la localidad de Raqqa y en la búsqueda de ese objetivo en los últimos días se liberaron más de una docena de pequeñas aldeas que están en la ruta que el EI utiliza para mover sus efectivos, dinero y suministros.

Asimismo, el diario The New York Times anunció este miércoles una reunión del presidente Barack Obama con el Consejo de Seguridad Nacional en la sede de la CIA, en momentos en que el EI fortalece sus estructuras y actividades en Europa, Afganistán y el norte de África.

Estados Unidos y sus aliados iniciaron el 8 de agosto de 2014 una campaña aérea contra las agrupaciones del EI en Iraq, operaciones que extendieron a partir del 23 de septiembre del mismo año a territorio sirio, contra la voluntad del Gobierno de Damasco.

Según el Departamento de Defensa, hasta la fecha esas fuerzas realizaron más de 11 mil 540 bombardeos en ambas naciones árabes, de ellos unos siete mil 800 en suelo iraquí, a un costo que supera los seis mil 500 millones de dólares.

(Con información de Prensa Latina)