¿Por quienes votaron los cubanoamericanos en las elecciones de Estados Unidos?
El periodista Reinaldo Taladrid en su habitual espacio de La Esquina en el programa de televisión, la Mesa Redonda, inició una serie de tres espacios sobre los ecos de las elecciones en Estados Unidos. En la primera de estas emisiones, el analista reflexionó sobre el voto cubanoamericano en los recientes comicios. ¿Por quienes votaron los cubanoamericanos?
Taladrid explicó que se le llama cubanoamericano según las leyes de los Estados Unidos a las personas nacidas en Cuba que reside legalmente en ese país, o a aquellas que nacieron en Estados Unidos que tiene a un padre o ambos progenitores de origen cubano. Ambas categorías son consideradas de la misma manera.
Según los últimos sondeos, este grupo poblacional totaliza unos dos millones y de esa cifra un millón nació en Cuba y el otro millón nació en la nación norteña.
El avezado periodista explicó que luego de las elecciones se ha especulado mucho que los cubanoamericanos favorecieron con su voto a Donald Trump, sin embargo la realidad demuestra lo contrario.
Según se dio a conocer en la Mesa Redonda, el 52 % del voto cubanoamericano fue para Donald Trump y el 47 % para Hillary Clinton. Taladrid recordó que George W. Bush logró el 75 % del voto cubanoamericano, Mcaine el 65 % de los votos y Romney en el 2012 el 52 %.
En el caso de los votantes del condado de Miami Dade, donde existe la mayor concentración de cubanoamericanos, ganó Hillary Clinton, la cual le sacó el doble de votos a Donald Trump, con 620 mil votos contra los 333 mil del magnate inmobiliario; o lo que es lo mismo logró el 66 %.
En el caso de las elecciones por el senado donde se disputaban los cupos Marco Rubio y Patrick Murphy, en ese propio condado perdió Marco Rubio con solo el 43 % de los votos. Su rival demócrata ganó al igual que la Clinton.
Taladrid aclaró que ganaron los republicanos (Trump-Marco Rubio) la Florida pero no por los votos de los cubanoamericanos que viven en el condado de Miami Dade.
En el caso de New Jersey, territorio en el que reside la segunda concentración de cubanoamericanos, Hillary Clinton ganó también las elecciones con el 54.9 % de los votos. Entre tanto en ciudad de Las vegas, en el estado de Nevada, votó a favor de Hillary el 48 %.
El periodista concluyó que en las tres ciudades donde viven mayor cantidad de cubanoamericanos ganó Hillary Clinton. Sin embargo se reeligen Ileana Ross, Mario Díaz Balart, Carlos Curbelo y Albio Sires, los cuatro representantes de origen cubano americano ¿Por qué?
Taladrid aclaró que el tema Cuba no fue decisivo en esos cuatros distritos, y que se tuvo más en cuenta quienes eran los rivales de ellos. Por ejemplo, el oponente de Ileana Ross se le acusaba de atropellar a una persona por conducir bajo embriaguez.
Otro tema a tener en cuenta, alertó el analista, es la cantidad de cubanoamericanos que votan. Del más de medio millón de cubanoamericanos llegados a Estados Unidos luego de los acuerdos migratorios en 1995, están inscritos para votar solo el 43 % y se calcula que solo vota alrededor del 20 %. Entre tanto los llegados antes de 1980 están inscritos cerca de 97 % y vota más del 90 %.
Este último grupo expresa estar en contra de la política de Obama hacia Cuba y favorecen el mantenimiento del bloqueo.
Sin embargo, según Taladrid, si usted le pregunta a los cubanoamericanos como grupo en general sin tener en cuenta si vota o no con relación a Cuba opinan que:
74 % apoya la libertad de viajes a Cuba
69 % apoya el restablecimiento de las relaciones
63 % apoya el fin del bloqueo
57 % apoya los negocios de compañías americanas en Cuba
Estoy totalmente convencido que, hoy más que nunca los jóvenes cubanos tienen que convertirse en la primera trinchera del combate ideológico. Esta es verdaderamente y no otra, la forma más digna de lograr un empoderamiento en ellos, que los arme desde todas las aristas para cargar sobre sus hombros el legado de Fidel y con este, el victorioso estandarte de la revolución. Nadie de afuera, tiene el derecho de decirles a nuestros jóvenes lo que tienen que hacer para cambiar lo que alguien crea que deba ser cambiado. El concepto de Revolución vigente desde el 2000, es una obra de nuestro eterno comandante, de incalculables valores para los revolucionarios cubanos. Entonces, nos toca a los cubanos de verdad y no a los de afuera tocar este concepto.
No importa por quién votaron los cubanoamericanos. Los cubanos sí sabemos por quienes votamos nosotros. Los primeros votan por la histeria que tanto perjudica y deshumaniza a aquellos que son rehenes de su estúpida y estrujada política. Los segundos votamos por continuar preservando nuestra revolución, nuestro socialismo que no es más que la defensa de nuestras conquistas. Entonces, para qué saber por quien votó la podredumbrede Miami, incluida la de Versalles?
Los tristes actores del circo más leguleyo de Miami, quiero decir, Ileana Ross, Mario y LIncoln Díaz Balart, Carlos Curbelo, Ninoska Pérez, Marco Rubio, Ted Cruz y Albio Sires ya deben haber precenciado por alguna vía la respuesta del pueblo cubano durante el póstumo tributo a nuestro invencible comandante eterno, Fidel, y hasta deben haber padecido de otitis aguda tras el contínuo Yo soy Fidel de millones de cubanos. Nada compadre: es hora ya de reconocer el fracaso de su política y acabar de apostar a las derrotas que están por venirseles encima. Están a tiempo.
En lo personal nunca me interesó por quiénes votarían los mendigos de Miami, pues sólo me interesa saber que yo voto por quienes me hacen más libre, más digno y más culto. Esto es lo que cuenta. Entonces, el resto es historia de otros corrales.
Spot personal: Evite perder su tiempo ante las promesas de presidentes concesionarios. Sólo así ahorramos el tiempo que tanto necesitamos para seguir construyendo.
Malditos aquellos que gozan a costa del sufrimiento de millones de desposeidos y enfermos! Malditos ustedes los millonarios!
Qué sería de los millones de los fracasados del lobby miamens el día que no existiera en bloqueo? Talvéz se vea tarde, pero seguro estoy que la parentela que viene detrás viviría de unas sobras que ya no valdrían la pena.