Aunque el trabajo es duro tenemos un buen equipo, estaremos aquí mientras haga falta, declaró a la ACN Yauselín Pérez, uno de los jóvenes que contribuyen con su esfuerzo a la recuperación de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, situada en la periferia de la ciudad de Matanzas.

Soy integrante de la brigada de soldadores y mecánicos, pero en general aquí se hace de todo, lo primero fue limpiar escombros, y ahora preparamos la zona donde se ubicará la nueva casa de bombas, aseguró el obrero de 29 años de edad.

Comenzamos en esta labor hace 20 días, llegamos tras el paso del huracán Irma, en mi brigada somos 10 y, aunque se trabaja hasta 24 horas, todos “halamos parejo” en el equipo y nos llevamos bien, alegó el joven trabajador de la Central Termoeléctrica del Este de La Habana.

Yauselín Pérez, con 29 años de edad, es integrante de la brigada de soldadores y mecánicos que participa desde hace más de 20 días en la recuperación de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras. ACN FOTO/Roberto JESÚS HERNÁNDEZ

Cuando llegamos había un enorme volumen de escombros, arena, piedras, y lo sacamos todo, es la primera vez que presto esta clase de servicio después de un ciclón, gracias al empeño del equipo se logró restablecer las bombas para la circulación del agua de mar tan importante en la CTE Antonio Guiteras, comentó Yauselín.

La familia está lejos, tengo un niño pequeño y a veces paso hasta una semana sin verlo, pero aquí estaré junto a mis compañeros mientras haga falta, llegamos de primero y nos iremos de últimos, refirió Pérez.

Sandor Valencia, otro de los obreros, explicó que de inmediato tras el paso del meteoro se sumó junto a sus compañeros a las labores de reparación, y hoy mantienen el compromiso de lograr su completa recuperación, en el menor plazo.

En la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras sobresale el esfuerzo de los jóvenes en las tareas de recuperación tras el paso del huracán Irma. ACN FOTO/Roberto JESÚS HERNÁNDEZ

Queremos que el trabajo salga lo mejor posible, me tocó “meterme en el hueco”, sacar escombros, facilitar la desobstrucción para el funcionamiento de las válvulas, bajamos con una grúa y el agua nos llega a la cintura pero nadie se rinde, explicó Sandor, de 22 años de edad.

Sacar metros y metros de escombros y arena es un trabajo duro y complicado, pero se logra cumplir, cada quien aprende de los otros, eso permite avanzar más rápido, apuntó Valencia.

(Tomado de Girón)