Armando Hart: En las obras más bellas de la Revolución
Una ofrenda floral del General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, fue situada junto al cadáver de Armando Hart Dávalos, uno de los más grandes revolucionarios cubanos, fallecido este domingo a causa de una insuficiencia respiratoria. Las honras fúnebres tuvieron lugar en el Centro de Estudios Martianos, desde las 9 de la noche del 26 de noviembre hasta las 10 de la mañana de de este lunes, donde se le rindió Guardia de Honor.
Una nutrida presencia de familiares, amigos y compañeros de disímiles batallas, emprendidas por el singular intelectual en su fructífera vida, acompañó a Hart en los momentos finales, ocasión en que las reminiscencias cobraron espontánea expresión.
Consciente de que con la muerte de Hart se pierde a uno de los grandes pensadores de la Revolución, Abel Prieto, Ministro de Cultura, expresó a Granma que «el pensamiento revolucionario cubano tuvo en Armando Hart a alguien esencial que hizo aportes imprescindibles a partir –primero- de su relación entrañable con Martí, y después, de su fidelismo. Fundó todo el sistema institucional de la cultura y había fundado todo el sistema de la educación cubana. Fue el hombre de la Campaña de Alfabetización. Contribuyó como pocas personas a la transformación espiritual, educacional y cultural que caracterizó a nuestro pueblo en aquellos años, y creo que por fortuna, le dedicamos la Feria del Libro el año pasado y se editaron muchos de sus libros. El lector cubano tiene ahí, en librerías y bibliotecas, todo un gran caudal de documentos, imprescindible para entender nuestra historia reciente y también la tradición del pensamiento cubano, que fue una de sus obsesiones».
La doctora Lidia Turner Martí, Presidenta de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba, compartió sus recuerdos con este diario, expresando su orgullo de pertenecer a la misma generación de Hart, un eterno joven de acción y de pensamiento, y de considerarlo su hermano de lucha desde la clandestinidad «cuando llegaba a mi casa y se sentaba siempre con una revista Bohemia para taparse la cara por si alguien abría la puerta». También lo recordó en las faenas posteriores, desde la pedagogía y con el Programa martiano. «Creo que es un privilegio que haya podido escribir lo que pensaba. Saber que su pensamiento está escrito me hace muy feliz».
La destacada bibliógrafa Araceli García Carranza comentó que «Hart significó mucho para la cultura cubana. Fue el Ministro de Educación nombrado nada más y nada menos que el 3 de enero del 59 y cuando fue designado ministro de Cultura fue aplaudido por todos los intelectuales de este país y después mucho más aplaudido cuando hizo tanto por la cultura de Cuba. Deja una obra inmensa y lega una bibliografía extraordinaria a este país».
Tomando como punto de partida la presencia de tantas personas despidiendo a Hart en la hora definitiva, René González Sehwerert, Héroe de la República de Cuba, observó que: «Aquí no falta una generación de cubanos. Están los padres, los hijos, los nietos de la Revolución, rindiendo homenaje a un hombre que fue instrumental en lograr el máximo galardón de la Revolución que es el cubano de hoy. Hart protagonizó el enorme esfuerzo de educar a un pueblo y después el esfuerzo de hacerlo culto y ese pueblo viene a rendirle homenaje por todo lo que él representó. Las obras más bellas de la Revolución no pueden escribirse sin ese martiano consecuente que fue Armando Hart».
(Con información de Granma)
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