¿Por qué no hay narcos en Cuba?
El narco es un fenómeno absoluto del sistema político y económico de un país. Quien diga que puede hacerse frente al tráfico de drogas y a su terrible entorno, sin revisar la manera en cómo se hace dinero y se organiza la sociedad en una nación, está mintiendo.
En México, por ejemplo, la violencia del narco se disparó en la década de 1980 cuando el Estado abandonó sus funciones de protección social. A partir de eso, paulatinamente ha dejando en manos de entes privados los servicios de salud, vivienda, educación, cultura, seguridad, etcétera, y también todas las industrias estratégicas como los energéticos, la minerías o las telecomunicaciones. La perspectiva cambió y lo que antes eran derechos, se convirtieron en negocio.
En México el narco existe porque se abandonó el desarrollismo para dar paso al libre mercado; una tesis que propone dejar en manos de los capitales la regulación de la economía, pero también de las relaciones entre personas, basadas no en la solidaridad sino en la ganancia.
Bajo esa estructura, es lógico que prolifere el narco pero también el secuestro, la piratería, la extorsión, la trata de personas. Hay narcos porque la carencia de derechos ha empujado a millones a sacar provecho de la explotación humana, en efecto; pero también porque el narco es un negocio exitoso. Y en una economía de libre mercado, el dinero está por encima de la justicia, porque el dinero es el testaferro del poder. Eso supone también la corrupción de la cultura, es decir, de lo que emana de nuestras relaciones sociales. La trampa y la violencia se naturalizan, porque es la forma en como se hacen las cosas.
Lo contrario a todo eso es lo que ha convertido a Cuba en un país libre de narcotráfico. Claro que tiene ventajas por tener solamente fronteras con el mar. Pero si eso fuera todo, el Reino Unido tampoco tendría ese problema, y no obstante lo tiene ¿Por qué? Lo dije al principio. El narco es un asunto absolutamente ligado a la estructura económica y política de un país.
La política cubana de “Droga cero” se inserta en un modelo donde lo humano es primero, el dinero después. Cuba puso fin al capitalismo con la Revolución de 1959, y con ello desechó todos los fenómenos asociados al libre mercado, incluido el tráfico de drogas, de la misma manera que la explotación laboral, la coacción sexual, la especulación financiera, la corrupción política o el mercado negro. Y aunque si bien es cierto que el que busque marihuana en La Habana encontrará luego de mucho preguntar, se dará cuenta de lo difícil caro, peligroso y aislado que esto es, precisamente, porque el pequeño traficante sabe a lo que se expone.
En Cuba no hay narcotráfico porque no existen condiciones para que prolifere. Más del 90% de la droga requisada en la isla ha sido dejada ahi de paso debido a que el país se encuentra en medio de las rutas entre el sur productor y el norte consumidor del continente Americano. Pero en 59 años, nunca un cartel se ha basado en territorio cubano,básicamente, porque hubo una Revolución que barrió con la dictadura y el capitalismo, construyendo en su lugar la estructura de un modelo económico, social, cultural y político tal que han hecho de Cuba uno de los países más seguros del mundo, según las Naciones Unidas.
(Con información de Telesur)
Porque además de todos los fundamentos del artículo, muy bueno por cierto, esa polìtica de drogas cero, tiene su respuesta en el sistema judicial imperante, tanto la fiscalía como los tribunales están consciente de la necesidad de atacar con todas las armas este flagelo de la humanidad, no solo porque destruye de las estructuras gubernativas, traer consigo la corrupción, el pandillerimo, etc, sino además porque acaba con la familia, la salud humana, la tranquilidad ciudadana, por ello es una batalla en la que participa todo el pueblo, al hacerse conciencia entre el mismo de los malos que eso aqueja y del peligro que entraña para todos en sentido general. Porque al drogadicto lo vemos como un enfermo, y con independencia de que puede objeto de una medida de seguridad, el internamiento no es en una prisión, sino en un centro hospitalario hasta su total desintoxicación y el control permanente para que no pueda reincidir. Las funciones preventivas desde las escuelas, los medios de control desde las instituciones encargadas de perseguir estos delincuentes y hablar claro, sin tapujos cuando han existido algunos casos aislados, porque esta es una tarea de todo el pueblo y sedebe mantener debidamente informado; pero por sobre todas las cosas la voluntad política del Estado como la cabeza del iceberg y de sus instituciones en sentido general.
La VALIENTE REVOLUCIÓN cubana es un ejemplo para toda América latina. Nuestros gobernantes y grandes empresarios e industriales están obligados a buscar mejorar la vida de todo el continente.