Proyecto Tin, una obra impulsada por amor
Manos llenas de ternura laboran con hermosa dedicación para restablecer más allá de las dolencias físicas el espíritu quebrantado, por momentos, de los familiares y pacientes, en una obra que muestra que el amor sobrepasa todo límite y condición.
En el Proyecto Comunitario Tin (Juan Olimpio Valcárcel), una Consulta Integral de Rehabilitación para niños con problemas de salud mental y física, de Ciego de Ávila, la realidad convida al desprendimiento, el sentido del deber y el compromiso de los profesionales que allí se desempeñan.
El equipo de trabajo multidisciplinario lo componen dos fisioterapeutas, una especialista en terapia ocupacional, una asistente dental, una estomatóloga, una doctora, un encargado de la equinoterapia, así como también profesores de educación física.
Suman más de una veintena los pacientes que reciben estos servicios asistenciales de lunes a viernes en el lugar, sin contar a los regulares visitantes procedentes de escuelas especiales de la provincia en tratamientos como la equinoterapia.
La transmisión del calor corporal del cuerpo del caballo a la persona, los impulsos rítmicos de la marcha ecuestre y el movimiento tridimensional constituyen aspectos que aumentan la motivación, estimulan la afectividad, mejoran la atención y concentración.
Además, montar a los potros estimula la sensibilidad táctil, visual, auditiva y olfativa, ayuda al aprendizaje pautado de acciones y aumenta la capacidad de independencia, sobre todo, en personas con alguna discapacidad.
Yudania Galeano Lora, madre del pequeño José Emilio, dijo que cuando su hijo autista recibe tratamiento con los cuadrúpedos él se siente muy bien, ha notado una evolución satisfactoria y ello le resulta importante en la calidad de vida.
Además, agregó que la estimulación con el logofoniatra y la visita a las muestras de peces también influyen positivamente en su estado de salud.
José Emilio y otros 15 niños del salón de autismo de la escuela Aguedo Morales Reina, de la ciudad cabecera, acudeo todas las semanas en compañía de sus familiares y maestros a este espacio, donde también juegan y se divierten.
A veces también vienen estudiantes sordos, se imparten clases abiertas, demostrativas y actividades de diferentes tipos para fomentar el desarrollo del lenguaje, la socialización, la comunicación y las esferas cognitiva y afectiva, explicó Irma Rodríguez Lorenzo, pedagoga de esta especialidad.
La obra impulsada para los menores con este trastorno del neurodesarrollo y de otras afecciones en el proyecto Tin, la resumimos en amor y consagración de un trabajo mancomunado del equipo multidisciplinario, en unión de la familia y la escuela, afirma esta educadora de la enseñanza especial con 38 años de experiencia.
Sergio Barrios González, especialista en hipoterapia y uno de los fundadores de la actividad en el territorio, resulta una de esas personas enamoradas de su profesión, y aunque está a cargo del cuidado de los animales también se interesa por la atención de los pequeños.
Mientras acicala a la yegua Niña, este joven conocido como Caquito, explica que aquí cuentan con la hembra anterior y el macho llamado Loco, caballos de la raza Cuarto de Milla, muy nobles y apacibles e ideales para estas acciones terapéuticas.
Para el fisioterapeuta Julio Torres Torres las mayores satisfacciones desde su puesto están en la utilidad de la virtud, en ese diario quehacer de la obra noble y amorosa que resplandece al servicio de, a su decir, el sector más sensible de la sociedad.
Cuando veo a esas personitas obtener capacidades de ser más independientes, aunque sea una mínima cosa, gracias al esfuerzo desarrollado aquí, eso me incentiva a continuar, a saber que marchamos por el camino correcto, confirma Torres Torres.
El especialista cuenta cómo Miguelito, síndrome de Down, con tres años de edad llegó sin siquiera sostenerse en sus pies y después de un proceso lento salió casi corriendo; en otros casos la evolución es menor y menos evidente, pero nunca pierden las esperanzas.
Traigo acá a mi niña, con una parálisis cerebral, desde hace siete años y he notado que ha adelantado bastante con las atenciones del equipo, aunque no existan todos los aparatos que ella requiere en su tratamiento, refiere Esoida Audia Pelegrín.
Otros padres me comentaron que ya no traen a sus hijos porque no queda casi nada de los inicios, aunque los beneficios de las actividades al aire libre son innegables, añade.
Algunos elementos especializados como una escalerita con barandas forman parte de las soluciones buscadas por familiares de pacientes y los propios trabajadores para suplir las carencias y deterioro, que se manifiesta en ejemplos como el recambio de los colchones de la fisioterapia.
En tierra de nadie…
Estas instalaciones, que físicamente se comunican mediante un puente elevado con las del Zoológico Provincial, tras años de deterioro constructivo, falta de mantenimientos y hechos delictivos contra su patrimonio, se encuentra alejada del esplendor de su inauguración.
Niurka García Pérez, fisiatra del Área de Salud Norte del municipio cabecera, presta sus servicios en el proyecto desde cinco años atrás y comenta que la labor asistencial nunca ha cesado, a pesar de las desatenciones y los descuidos administrativos.
La permisividad de anteriores directivos ocasionó el robo de equipamiento como el compresor de la consulta de estomatología, colchones y el aire acondicionado.
Estas instalaciones primero fueron gestionadas por la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, después por Comunales y en realidad no le prestaron demasiada importancia, dice García Pérez.
Como parte de las limitaciones de la concepción —a juicio de la fisiatra— aparece la no creación de una plantilla propia del proyecto y la dispersión estadística de lo realizado en materia de rehabilitación en esta área.
El psiquiatra infantil y el ortopédico venían con frecuencia anteriormente a complementar el trabajo de los demás profesionales, pero ya no, igual sucede con los del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) del Ministerio de Educación, agrega García Pérez.
Según declaraciones de directivos del Zoológico Provincial Ciego de Ávila pretenden cambiar la realidad del Juan Olimpio Valcárcel en estas tierras y restaurar paulatinamente la belleza perdida.
Mauro Espinosa Yero, director del centro recreativo, dijo que en el mes de enero de 2018 firmaron un convenio con Salud Pública municipal para introducir en el futuro otras modalidades de tratamiento con animales como mamíferos y aves, de acuerdo con la recomendación de los especialistas.
Por parte de esta institución quedará a cargo el cuidado de la salud de esas especies; así como también de las instalaciones de esa área, deteriorada por la falta de mantenimiento desde 2008, que también afecta al zoológico, agregó el directivo.
A la espera de la solución de las dificultades están los trabajadores del Tin, sin cejar en el empeño de rectificar con sus benditas manos esos errores sombríos de la ciega madre creación, como expresara José Martí.
(Tomado de ACN)
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