Día de África: 55 años hacia el desarrollo
El Día de la Unidad Africana enseña muchas lecciones, pero la más importante de ellas es cómo se puede vencer el estigma del atraso para avanzar hacia el desarrollo con base en la integración, en opinión de expertos.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el representante permanente de Cuba ante la Unión Africana (UA), Ángel Villa, subrayó varios de los datos que explican y dan sentido a la historia del 25 de mayo.
Esta es la fecha en la que todos los ciudadanos de la región conmemoran aquella histórica reunión de 1963 donde surgió la primera institución oficial con un nombre integrador de Estados.
En buena medida, la entonces Organización de la Unidad Africana (OUA), ahora la UA -con sede en Addis Abeba, Etiopía- contribuyó a derrumbar los presagios de la comunidad internacional al convertir al área en un motor económico global.
Casi un siglo después de la celebración de la Conferencia de Berlín llegó la primera oleada de descolonizaciones, que daría lugar a una futura y supuesta independencia; en 1958 se celebró la Conferencia de Accra (primera reunión de Estados Independientes de África) y fue así como se constituyó la Unión de los Estados Africanos, recordó Villa.
Cinco años después de esa cita, se realizó otra que dio lugar a la OUA, más tarde UA; este organismo pondría las primeras piedras del panafricanismo, cuyo pensamiento buscaba una mayor colaboración para, entre otros fines, erradicar la explotación colonial y promover la unidad, argumentó.
El enfoque luego cambió, orientado más al desarrollo y desde 2002 hasta la actualidad se ha visto una evolución importante en el pensamiento de la organización, adaptándola a los retos que tiene el mundo contemporáneo pero teniendo en cuenta las potencialidades inexplotadas.
Así, aseguró el diplomático, en 2013, en ocasión de la celebración del 50 aniversario de la Unidad Africana, se logró lo que no todos los proyectos integracionistas son capaces todavía de hacer: aprobar una proyección continental a 50 años vista, la Agenda 2063.
Para algunos puede parecer algo quimérico, porque los propósitos son ambiciosos, pero tiene el valor de que fueron capaces de diseñar hasta cierto punto el África que se aspira a tener, agregó.
A partir de ese propio documento se desgajan proyectos a corto, mediano y largo plazo, y ya este año empezaron a ponerse en marcha algunos de ellos con cambios trascendentales incluidos, como el Acuerdo de Libre Comercio (Afcfta, por sus siglas en inglés) y el Mercado Único de Transporte Aéreo (Saatm).
Para tener un intercambio comercial integrado tiene que haber líneas regulares de transporte que lo faciliten, por tanto la industria de la aviación civil tributa a ello, consideró Villa, quien fuera director del departamento de África subsahariana en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Por supuesto, enfatizó, comparando el Saatm y el Afcfta, éste último tiene un mayor alcance: eliminación de barreras arancelarias, liberalización de productos y servicio, mayor complementariedad entre las economías, entre otros elementos que incluyen en un proceso posterior la creación de la unión aduanera.
En cualquier continente donde se abogue por establecer convenios de esa índole, ello es una decisión de alto quilate; se desatan dinámicas y contradicciones, a las cuales los estados deben definir cómo adaptarse.
Hasta ahora, África ha funcionado a partir de estructuras subregionales; uno de los temas que tiene pendiente conceptualizar es el papel que jugarían esas organizaciones en el marco de un área de libre comercio, planteó el funcionario.
Al respecto, la Secretaría de Comercio de la UA definió recientemente que el rol de las mismas será de monitoreo y evaluación para la implantación del pacto.
Y eso pasa también porque uno de los problemas presentes es la yuxtaposición de la membrecía en las entidades subregionales; esto a veces dificulta el proceso de toma de decisión y la puesta en práctica en ellas, refirió el representante diplomático cubano.
A su vez, hay otro proceso asociado a todo el programa de acuerdos y reformas para este y los años venideros, y es el libre movimiento de personas; muchos especialistas apuntan que nada podría tener lugar sin abrir el movimiento de personas, incluido para hombres de negocios.
Para el investigador de tópicos sobre integración africana Tefere Alemayehu, de la Universidad de Addis Abeba, hay esfuerzos en los últimos tiempos en ese sentido; se ha notado mayor número de naciones que establecieron bilateralmente libre visado para ciudadanos, como Angola y Sudáfrica, Kenya y Ruanda.
Sin embargo, este mecanismo tiene componentes de preocupación en el caso de las economías más importantes del área, normalmente atractivas para la migración; si se instaura la libre circulación entonces habría que lidiar muy de cerca con la saturación del mercado laboral y con los mecanismos para regular los ya recurrentes niveles de desempleo.
Esas iniciativas van aparejadas también de la renovación de algunos temas históricos como el panafricanismo, que fue prácticamente la base de la creación de la OUA, señaló Villa.
Además, lamentablemente la UA tiene que ocupar mucho tiempo hoy en temas de paz y seguridad en sus deliberaciones, porque aunque el nivel de conflictos disminuyó sensiblemente, sobre todo los interestatales, aún existen focos de tensión, algunos de larga data, como en los Grandes Lagos, y otros exacerbados a partir de dinámicas internas, a veces con determinado componente externo.
La lucha contra el terrorismo consume esfuerzos y recursos; la erradicación de grupos como Al-Shabab y Boko Haram tiene resultados positivos concretos, pero al no estar eliminados, complejiza los desafíos regionales, manifestó.
A ello se suma la sempiterna lucha contra la pobreza, la proliferación de enfermedades, aunque es preciso señalar que hay logros tangibles en estos campos, incluso con repercusión en otros sectores, como el desarrollo deportivo, la expansión de la biotecnología, de las investigaciones en ciencias naturales y la producción de materias primas, sentenció el experto.
Consideró que los procesos de reforma actuales al interior de la UA son complejos, pues procuran hacer funcionar mejor las instituciones del ente, pero van en marcha, dirigidos por el presidente pro témpore del bloque y jefe de Estado ruandés, Paul Kagame.
Con Cuba, puntualizó, el vínculo a la UA y a África en general es prácticamente natural y hasta obligatorio: uno no puede renegar de su madre.
Lo que podamos realizar por el continente y desde el continente lo hacemos conscientes, pero con sentido de orgullo; además, es recíproco, desde aquí hemos recibido mucha solidaridad en diversos aspectos, aseveró.
Este 55 aniversario debe constituir un momento de celebración y de reflexión; el festejo, porque encierra un logro importantísimo de unidad, pero el análisis se impone, en el sentido de que cada meta alcanzada debe traer también aparejada la necesidad de superarla, concluyó.
(Con información de Prensa Latina)
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