La columna rota. Es un autorretrato referido al accidente de autobús que le ocasionó muchas fracturas; los clavos representan el dolor físico, mientras que las lágrimas evidencian su tenacidad ante las dificultades.

Frida y Diego Rivera. Parte de la demostración que dio del amor sentido hacia el muralista mexicano, a quien le colocó una paleta y pincel, como señal de su pasión artística.

Aquí me pinté yo, Frida Kahlo, con mi reflejo en el espejo. Refuerza su amor propio, al mostrarse en un primer plano al natural y destaca el cariño por su tierra, Coyoacán, donde nació tal día como hoy.

Autorretrato en la frontera entre México y EEUU. Luego de que Frida viviera tres años en Estados Unidos, decidió dejar bien claro cuál era su país más apreciado. La bandera en sus manos lo afirma, al tiempo que mostró características de ambas naciones.

Autorretrato en la frontera entre México y EEUU. Luego de que Frida viviera tres años en Estados Unidos, decidió dejar bien claro cuál era su país más apreciado. La bandera en sus manos lo afirma, al tiempo que mostró características de ambas naciones.

Autorretrato con pelo corto. Con un mensaje duro a Diego tras la separación, se pintó con menos cabellera, luego de habérselo cortado ella misma, como se ve con la tijera y el cabello que cae. También quiere exponer una nueva versión no femenina.

Hospital Henry Ford. Uno de sus cuadros más dramáticos, en el que plasmó su pesar por el aborto que debió hacerse a consecuencia de sus problemas en la columna. En el centro de la cama está ella ensangrentada y se ve la barriga con un niño, que ella llamaba “el pequeño Dieguito”, junto a cordones umbilicales que conectan su cuerpo con partes humanas e incluso con una máquina.