El canciller sirio, Walid al-Moalem, enfatizó que el Gobierno de ese país árabe no aceptará una unidad kurda independiente o federal en el territorio nacional, como pretende Estados Unidos.

«Nadie en Siria acepta discursos sobre entidades independientes o federales, y la decisión del Estado sirio es restablecer la soberanía sobre cada pulgada del territorio de la República Árabe Siria», dijo.

Muallen hizo la advertencia en una conferencia en la Universidad de Damasco, difundida este martes por la agencia oficial SANA.

La prioridad del Gobierno sirio es liberar la provincia noroccidental de Idlib de los terroristas y para ello está en constante coordinación con Rusia, agregó.

El Ministro de Exteriores añadió que los kurdos son parte del tejido sirio y el Gobierno está listo para el diálogo, siempre y cuando esta conversación beneficie al pueblo.

Actualmente, las llamadas Fuerzas Democráticas Kurdas (FDS), apoyadas por EE. UU., ocupan una gran parte del territorio sirio. Las principales ciudades bajo su control son: Al-Raqa, Al-Qamishli y Al-Hasaka.

Rusia también advirtió a principios de este mes que Estados Unidos trata de crear «una formación kurda independiente» en Siria al brindar apoyo a las milicias kurdas.

«Se está poniendo tensa la situación en la orilla oriental del río Éufrates, donde EE. UU., con el apoyo a los kurdo-sirios, intenta crear un Estado independiente», señaló el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valery Gerasimov.

Por su parte, Hispantv recordó que a finales de noviembre el embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, denunció en el Consejo de Seguridad que EE. UU. busca crear «un semi-Estado» en Siria.

«Recientemente, EE. UU. ha aumentado sus esfuerzos para crear un semi-Estado en Siria, medidas que podrían frenar el proceso político de paz».

La Cancillería siria reclamó el lunes al secretario general de la ONU al presidente de su Consejo de Seguridad que frene los crímenes de la «ilegal» coalición encabezada por EE. UU. que el día antes asesinó 17 civiles en la ciudad de Hayin, en la oriental provincia de Deir Ezzor.

James Jeffrey, representante especial de Estados Unidos para Siria, dijo el lunes que Washington ya no intentaba derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad, pero «quiere ver un régimen que sea fundamentalmente diferente».

En un tono chantajista, Jeffrey dijo que al-Assad tenía que comprometerse porque no ha ganado la guerra y advirtió que todavía hay unos 100 000 combatientes de la oposición armados que permanecían en Siria.