Por los caminos de la ciencia cubana
La ciencia en Cuba ha avanzado mucho, pero todavía queda mucho por hacer. Dentro de los principales retos que hoy enfrenta está preservar, atender y desarrollar los recursos humanos con que cuenta, así como lograr que sus resultados sean mayores y se introduzcan más rápido.
Así lo aseguró la Doctora en Ciencias Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, durante la Mesa Redonda, que a pocos días de finalizar el año 2018 evaluó la situación del sector en el país.
En ese entonces la titular aseguró que otros desafíos constituyen la necesidad de dinamizar la innovación en todos los sentidos, redireccionar el presupuesto asignado con un fin específico, perfeccionar los indicadores que miden la actividad, contribuir a mantener una soberanía e independencia tecnológica, avanzar en la robótica, las nanociencias y la automática, y continuar trabajando en la calidad, los encadenamientos productivos y las buenas prácticas.
Para alcanzarlo, el sistema de ciencia y tecnología dispone de más de 86 426 trabajadores, de los cuales el 53 por ciento son mujeres, y 57 200 son investigadores que impulsan las políticas que se han aprobado hasta la fecha para potenciar el desarrollo científico del país.
No en vano uno de los objetivos imprescindibles del Citma es trabajar en la superación de este personal, a través de la formación de doctores, los programas de capacitación a diferentes niveles, con la ayuda del Ministerio de Educación Superior (MES) y la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), la categorización científica y docente, entre otras estrategias.
La ciencia cubana cuenta con 33 programas nacionales que se han estado orientando hacia los ejes y sectores estratégicos de la nación para que los resultados de las investigaciones sean utilizados conscientemente y generalizados en todos los sectores. Entre sus prioridades definidas se encuentran las esferas agroalimentaria, energética, industrial, el desarrollo del turismo, las tecnologías de la información y las comunicaciones y la biotecnología.
Rejuvenecer con experiencia
Hoy se busca un rejuvenecimiento del sector que demanda el intercambio permanente con las universidades y las organizaciones juveniles y estudiantiles. Por ello, se ha planteado la necesidad de rescatar la reserva científica que posibilita definir qué jóvenes pueden acompañar al Citma y otras entidades en tareas importantes, y luego ejercer su profesión en diferentes centros de investigación e instituciones.
Pérez Montoya explicó al respecto que se trabaja intensamente en el programa de alimento animal y humano, donde hay ciencia constituida en un grupo de aspectos y se trata de introducir en la realidad.
Se labora igualmente con el Ministerio de Energía y Minas en el programa energético, con énfasis en las fuentes renovables. También se ha trabajado en propuestas vinculadas con el agua y su aprovechamiento con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. Existen otros relacionados con la identidad nacional y la estructura socioclasista desde las ramas de las ciencias sociales y humanísticas.
Un ejemplo claro de estos programas es el plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático conocido como Tarea Vida, que es el resultado de investigaciones de nuestros científicos durante años.
La ministra del Citma destacó que al cierre de 2018 se habían presentado al Gobierno 12 políticas para perfeccionar el sistema de ciencia, tecnología e innovación de la República de Cuba, trabajo que se realizó de manera integrada con consulta a varios científicos.
De esta forma, se propuso la creación de una Comisión Nacional para la Actividad de Ciencia y Tecnología, que va a definir las prioridades para la actividad y contribuir a que se entreguen los recursos que se necesiten para ello.
La directiva sostuvo que, entre otras propuestas, se elaboró una política para los parques científicos-tecnológicos en el país, que permita un mayor desarrollo social y económico, y se aprobaron otras relacionadas con los organismos genéticamente modificados, la propiedad industrial, la interface universidad-centro de investigación-empresa, que contribuye a que el encadenamiento productivo, se desarrolle correctamente.
Estas políticas, acotó, lograrán dinamizar el desarrollo de la ciencia en Cuba y, sobre todo, que los resultados contribuyan a la construcción del proyecto de país que todos soñamos.
(Tomado de Juventud Rebelde)
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