Queda agua en Ciego de Ávila, pero…
De seguro usted notó que en agosto último llovió más de lo común en la provincia de Ciego de Ávila, de ser así, está en lo cierto, pues la lámina real llegó hasta los 187.6 milímetros (mm), los que representan el 131 por ciento de la media histórica para la etapa. Solo en el municipio cabecera y el de Majagua no se superaron los acumulados previstos para esos territorios.
No obstante al incremento de las precipitaciones durante el anterior mes, su distribución espacial no fue la más adecuada, por ello los sectores de la cuenca subterránea Norte registraron ascensos discretos en su mayoría, con un promedio de 0.21 metro; mientras que los de la Sur solo incrementaron unos 0.04 metro como promedio, según indica el Boletín Hidrológico del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) de la provincia.
Los 15 sectores hidrogeológicos del territorio avileño, que proporcionan el 90 por ciento del agua para el consumo, presentan en su mayoría un estado favorable a excepción del Nueve, de la cuenca septentrional, ubicado en áreas del municipio de Primero de Enero; y el Dos, de la meridional, situado en el segmento entre los poblados de Vicente, Venezuela, Jagüeyal, las proximidades de Baraguá y Colorado, que terminaron el octavo mes del año en estado desfavorable.
En total, la provincia acumula en su subsuelo el 77 por ciento de su capacidad de 808 millones de metros cúbicos (m³) de agua, lo cual le permite cumplir con las entregas del recurso natural a los diferentes consumidores.
A pesar de la bonanza actual, si tomamos en consideración la intensa sequía que enfrentamos en años anteriores, aparecen indicadores que pudieran presagiar el descenso de los niveles acumulados.
A ello se refirió Orisbel Ruiz Malbáez, subdelegado adjunto del INRH en la provincia, al explicar que, próximos a terminar el período lluvioso (de mayo a octubre), el embalse de Puente Largo se encuentra al cero por ciento de llenado, y por su función de tapón regulador para sectores de la cuenca subterránea Norte, estos últimos pudieran disminuir sus cantidades del vital líquido.
Si no ocurre un evento hidrometeorológico que incremente las precipitaciones antes de concluir la etapa húmeda estaremos próximos a una sequía, añadió.
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— Periódico Invasor (@Invasorpress) September 19, 2019
Al cierre de agosto, el volumen total de las presas avileñas alcanzaron como promedio el 48 por ciento, de los 149 millones 144 000 m³ que pueden contener, mientras que los embalses naturales de la Laguna de la Leche y La Redonda concluyeron al 100 y 52 por ciento de su capacidad, respectivamente.
La tendencia es a la disminución de los volúmenes superficiales, pues si bien las lluvias durante agosto estuvieron por encima de la media histórica, ello no favoreció los escurrimientos hacia algunas cuencas de los embalses avileños.
Oscar Benedico Rodríguez, director del Centro Meteorológico Provincial, argumentó que continúa el criterio de inicio de 2019 de que los pronósticos de precipitaciones para los meses de septiembre y octubre se comportarán por debajo de la media histórica, debido a la influencia de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que actualmente está en su fase neutral, y a otras condiciones de la atmósfera superior.
En caso de ocurrir durante estos dos últimos meses del período húmedo un evento hidrometeorológico que propicie las lluvias, como un ciclón tropical, la situación puede cambiar, agregó.
De noviembre a diciembre está previsto que las lluvias estén por encima de los promedios históricos en Ciego de Ávila, mientras para el periodo de enero a marzo los modelos meteorológicos muestran que se mantendrán por debajo.
Ante esta realidad, la mirada está puesta en la adopción de medidas de ahorro por parte de los consumidores, de mayor o menor envergadura, para hacer un uso racional del limitado recurso, y así enfrentar de mejor manera los desafíos socioeconómicos del territorio durante los próximos meses.
(Con información de Invasor)
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