Miguel Iglesias: la labor de los diplomáticos cubanos es titánica
El Premio Nacional de Danza 2018, Miguel Iglesias, califica como titánica la labor que desempeñan los diplomáticos cubanos, quienes tienen el reto constante de convencer, mostrar, abrir puertas y “desbaratar” los falsos y tergiversados criterios que sobre Cuba existen fuera de fronteras.
La diplomacia cubana, argumenta, “es el tratamiento en el exterior de la opinión de un pueblo, reflejada por un gobierno revolucionario, y una isla pequeñita que está peleando por ser lo más independiente posible, con todo un bloqueo arriba y cantidad de opiniones en contra”.
“Es una labor titánica la de cualquier diplomático, la de un ministro de Relaciones Exteriores, y me refiero desde Roa, hasta el de hoy, que es un león tratando de defender a la Revolución cubana”, opina el director de la prestigiosa compañía Danza Contemporánea de Cuba.
De acuerdo con Iglesias, la diplomacia revolucionaria es austeridad, firmeza, defender a la nación y a los cubanos por encima de todo. “La diplomacia es base de hechos, no de palabras, para lograr el respeto, tarea que resulta bastante complicada porque no estás representando un país, sino un sistema, un modo de vida diferente al de cada uno de los lugares”.
Para este artista un diplomático cubano defiende, sobre todo, “la visión de un soñador que llevó a la realidad una Revolución”.
Sobre Fidel, se detiene en una anécdota. Una vez cuando me preguntaron qué representaba para mí, dije que “en primera instancia me amplificó lo que me enseñó mi papá: no le hagas a nadie lo que no te gusta que te hagan a ti; defiende tus ideas hasta las últimas consecuencias; sé romántico y a la misma vez pragmático, -como cuando dijo que con 12 hombres ganaba la guerra, no hay nada más loco que eso, y la ganó-, no le pegues a ninguna mujer porque naciste de una, la Patria”.
En aquella ocasión, también le preguntaron qué significaba el líder de la Revolución para su compañía: “Cuando aplaudas o chifles lo que vas a ver ahora, estás aplaudiendo la obra de Fidel”, esa fue su respuesta.
Este artista considera que la cultura tiene a la política implícita, al tiempo que aplaude los esfuerzos que realiza el país para mantener un reconocido sistema de enseñanza artística.
A veces, dice, hay quienes esquematizan al cubano como alguien con dos marcas, que toma ron y fuma, sin creer que tenga algo tan grande como una Revolución cultural.
De sus experiencias durante presentaciones en otros países, el director de Danza Contemporánea de Cuba rememora: “Cuando llegas y pones la primera pieza danzaria, la gente se sorprende, y dicen ‘estos niñitos son gaticos con melenas de león’. Luego, diez minutos aplaudiendo, es algo que no están habituados a ver, o lo que no esperaban de nosotros”.
(Tomado de Cubaminrex)
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