Primera mini industria de harina de yuca en Cuba
Las pruebas a la primera mini industria de harina de yuca en Cuba, ubicada en la provincia de Cienfuegos, avalan su próxima entrada en producción del alimento para uso como aditivo, en un 10 por ciento de la materia prima tradicional, en la fabricación de panes y galletas.
Joan Sarduy, delegado de la agricultura en este territorio, destacó la colaboración colombiana en la asesoría del montaje de la pequeña industria, que obtendrá dos toneladas de ese surtido diariamente, también con destino a la producción de piensos para aves y cerdos.
Indicó que además en esa línea fabril con tecnología de punta, pueden obtener yuca congelada, o parafinada, de gran aceptación entre la población.
Ubicada en la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Antonio Maceo del municipio Abreu, la miniindustria ahora está sometida a los ajustes del proceso y en asegurar la inocuidad del producto final.
En esa CCS, dirigida hace unos 30 años por el campesino Modesto Rodríguez, el procesamiento de yuca beneficiará con nuevos empleos a jóvenes y mujeres, así como dará la posibilidad de disponer de un recurso que contribuirá a mediano plazo con la ceba de pollo para el autoabastecimiento municipal.
Hace apenas un mes, en la última visita gubernamental a la provincia de Cienfuegos, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz recorrió los predios de Horquita -el mayor polo productivo de este territorio-, y reconoció las potencialidades de la miniindustria yuquera.
Al conocer que la harina de yuca está destinada al consumo humano, y los desechos serán para piensos, Marrero Cruz señaló cuán necesario resulta mejorar la alimentación animal, a fin de desarrollar la ganadería y llegar a la meta de tributar a la población cinco kilogramos de carne per cápita al mes, publicó el periódico provincial.
Según la Guía técnica para la producción y análisis del almidón de yuca, publicada en 2007 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los surtidos de alimentos elaborados a partir de esa harina son consumidos en países como Brasil y Argentina.
“El continente asiático absorbe el 94 por ciento del total mundial de las exportaciones de yuca seca, seguida por Europa y América con una mínima proporción”, refiere la Guía.
Asegura el documento que “la harina de yuca es usada para el consumo humano en la industria de la panificación, en la preparación de harinas compuestas trigo-yuca para la elaboración de pan y galletas, fideos y macarrones, como relleno para carnes procesadas; de espesante de sopas deshidratadas, condimentos, papillas y dulce de leche, y para la elaboración de harinas precocidas y mezclas instantáneas”.
Más adelante reseña el estudio que entre las recetas más conocidas se encuentran la farinha, raspa, tapioca, gari, casabe, almidón agrio de yuca, harina de yuca, pandeyuca, pandebono, enyucado, carimañolas, diabolines, bollo, bibingka, torta y croquetas.
Como tal el casabe fue uno de los alimentos tradicionales de la comunidades aborígenes en América.
Tomado de: ACN
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