No solo con Comunicación se hizo la Ley
La reciente aprobación de la primera Ley de Comunicación Social por la Asamblea Nacional del Poder Popular no fue solo el resultado del trabajo y la experticia de comunicadores y periodistas, como alguien quizás podría pensar por lo que pudimos apreciar en los medios. Como ocurre con cualquier norma legal, el aporte de los juristas fue decisivo para llegar a ese momento tan emotivo.
A propósito de celebrarse el 8 de junio el Día del Trabajador Jurídico en Cuba, conversamos con la doctora Martha Prieto Valdés, Profesora Emérita de la Universidad de La Habana, quien desde sus inicios formó parte de la comisión redactora de la nueva Ley.
“En los procesos de creación normativa los juristas son quienes tienen la habilidad de ordenar las cosas, cómo se debe emplear y usar el lenguaje técnico jurídico para que queden delimitados los espacios de actuación de cada sujeto, los límites. Para esto hacen falta juristas en todo momento”, dijo la también coordinadora de la sección de Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de Cuba.
Explicó la doctora que ante tanta efervescencia legislativa en el país, a partir de la aprobación de la Constitución, cada organismo asume la responsabilidad de elaborar su normativa, y los juristas participan como grupos de apoyo en esa labor. “Hubo un primer momento, como parte de los análisis que se hacían en el grupo de capacidad legislativa, cuando el colectivo completo de asignatura de Derecho Constitucional fuimos a una reunión donde se empezaron a discutir las cuestiones que nosotros pensábamos que una ley como esa debía o no tener”, rememoró.
Refirió la doctora Martha que después se creó un grupo más institucionalizado, el cual se reunía semanalmente, en el que también participaron especialistas de los ministerios de Justicia, Relaciones Exteriores, Comunicaciones, y otros juristas de reconocido prestigio, como el profesor Yuri Pérez Martínez.
“Fue un papel importante (el de los juristas), aunque no el decisivo”, enfatizó con modestia, y relató lo ocurrido cuando se reconoció ante el Parlamento a la comisión redactora: “No sé si usted se dio cuenta que aquel día en la Asamblea yo me levanté y después me senté. La gente me dijo, ¿y por qué te sientas?
Les respondí: porque ellos son los comunicadores, son los que han luchado por la ley. Yo, sencillamente, fui solo un apoyo”.
Esta ley hacía falta
La jurista abordó además las especificidades de Cuba en el ámbito de la Comunicación y el Derecho que la Ley respeta. “En nuestro diseño político la libertad de expresión está definida constitucionalmente con un límite: usted se puede expresar, no pasa nada, pero usted no puede ejercer ningún derecho con la finalidad de atentar contra las bases del sistema. Eso fue lo que decidimos como pueblo cuando votamos en el referendo constitucional”.
Razonó que nuestra dinámica es totalmente distinta a las de los países que utilizan la prensa para el debate entre partidos políticos.
“No es nuestro diseño. Lo que no quiere decir que no se utilicen los medios de comunicación para señalar los errores que se cometen y que así sirvan como instrumento de control popular”, recalcó.
“Esta ley hacía falta”, opinó la doctora Prieto, quien precisó que “lo que teníamos en función de la comunicación eran las políticas que el Partido había venido orientando a lo largo de los años sobre qué hacer y cómo hacerlo. Hacía falta una ley que ordenara los ámbitos de ejercicio de la comunicación social: qué cosa es, su diferencia con la información, los distintos tipos de comunicación, la obligación de los órganos del Estado de informar, salvo seguridad nacional”.
Apuntó que la Constitución consigna la transparencia dentro de los principios de organización y funcionamiento del Estado. “¡Óigame, qué trabajo nos da que ese principio de transparencia se ponga en beneficio de los demás! En la medida que usted es transparente, usted está permitiendo saber qué ha hecho, cómo lo ha hecho, y por lo tanto, está permitiendo el control, no solamente del superior respecto al inferior, sino del inferior respecto al superior. En esto, repito, la ley representa un paso significativo”.
La jurista agradeció al equipo de trabajo de la Ley de Comunicación Social por “el amplio intercambio que tuvieron con la población. Hubo un amplio debate de los miembros de los medios y también de la ciudadanía, y eso es algo que no se puede desconocer ni dejar de reconocer”, añadió.
Finalmente, Prieto Valdés recalcó que “con la ley sola no vamos a resolver los problemas. Hay que trabajar en pos de lograr una concienciación, una cultura de comunicación, una exigencia de responsabilidad a los directivos que no informen, que no comuniquen; a los comunicadores que vulneren o que no informen las cosas como son. Hay que lograr que las personas conozcan el qué, el cómo y el hasta dónde, y las vías que tienen para poder instrumentar la Ley. Es como iniciar una alfabetización comunicacional, y hace falta”.
(Por Francisco Rodríguez , Cubaperiodista)
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