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La producción de miel en el pasado año tuvo resultados inferiores a lo previsto: los casi 2 000 apicultores cubanos produjeron 6 500 toneladas, muy por debajo del plan, que era de 10 500.

Lázaro Bruno García Castro, director general de la Empresa Apícola Cubana (Apicuba), explicó que estas cifras son consecuencias de las variaciones repentinas en el tiempo: primero sequía, después las lluvias intensas de mayo y las atípicas en el mes de diciembre, que afectaron la floración.

Las proyecciones para 2024 incluyen, además del aumento del volumen de las producciones, el trabajo sostenido para la obtención de propóleo, cera, jalea y polen, para lo cual desarrollan un programa de capacitación, en estrecha relación con las universidades del país y el Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi).

García Castro agregó que pretenden aumentar la recolección de miel en las costas y cayos que rodean a Cuba y, para ello, Apicuba tiene en fase de preparación medios navales para transportar el producto, sobre todo en la zona de la Ciénaga de Zapata y los cayos del norte de las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila.

En cuanto al vínculo con las instituciones universitarias, Ciego de Ávila es un buen ejemplo, según comentó a Granma el médico veterinario Daniel Rojas Ojeda, presidente de la Asociación de Medicina Veterinaria en la provincia, quien anunció que, por primera vez, abrió esa especialidad en la modalidad de curso regular diurno –ya se estudiaba en el curso para trabajadores– y varios de los alumnos han mostrado preferencia por la rama apícola.

(Tomado de Granma)