Aprueba Cuba el pago por el servicio ambiental de sustracción de carbono forestal
En aras de hacer un uso racional de los bienes y servicios que brindan los ecosistemas forestales, disminuir la contaminación y mitigar los efectos del cambio climático, fue aprobada por vez primera en Cuba, el pago por el servicio ambiental de sustracción de carbono forestal, en la Resolución 28/2024, incluida en la edición ordinaria número 18 de la Gaceta Oficial de la República de Cuba.
Lo previsto en la norma jurídica se aplicará, a partir del 21 de febrero del presente año, a los tenentes de patrimonio forestal y a las entidades involucradas en los procesos de toma de datos, determinación y certificación del carbono forestal removido; planificación del financiamiento y pago de incentivo correspondiente.
Dentro de los aspectos novedosos resalta los procedimientos para realizar la solicitud del pago del servicio ambiental por remoción de carbono forestal, y se establece una metodología para efectuarlo en Cuba.
Se designa al Instituto de Investigaciones Agro-Forestales como la entidad certificadora cubana para la remoción de carbono y se relacionan las cuestiones a observar para la emisión de la certificación por parte del mentado Instituto, según se expuso en la página oficial del Ministerio de la Agricultura.
En este sentido, las Empresas Agroforestales identificadas por la iniciativa Biofin y en las áreas intervenidas por el Proyecto de Colaboración Internacional “Ecovalor”, son las que implementarán lo regulado por un período de un año contado a partir de la entrada en vigor de la norma.
La remoción de carbono de la atmósfera tributa a contrarrestar los efectos del cambio climático, por tanto, debe abogarse por la práctica generalizada y sostenida.
(Tomado de Granma)
Esto es alentador. Medidas como están me hacen pensar que ahora si vamos por el camino correcto. Sin dudas constituye un importante estímulo para contribuir a conservar el medio ambiente y mejora la calidad del aire. Hay que incentivar su aplicación, no solamente para las áreas protegidas, reversas de biosfera y grandes productores, sino también para las cooperativas agropecuarias, de créditos y servicios, pequeños agricultores, y a las comunidades con impacto directo y estimular el crecimiento de la cobertura forestal también en zonas urbanas.