Foto: Roberto Morejón/Jit.

Ya no hay espacio para más. Hoy se inicia la esperada final de la 63 Serie Nacional de Beisbol entre Pinar del Río y el monarca exponente Las Tunas, enfrentamiento inédito y de complicado vaticinio.

Este interesante pareo que ha suscitado un marcado interés en toda la Isla se iniciará en el estadio Capitán San Luis, sede de los Vegueros pinareños que cerraron la fase regular como líderes indiscutibles, al ganar las 15 subseries particulares.

Específicamente contra los Leñadores tuneros, la tropa vueltabajera del mentor Alexander Urquiola salió airosa con comodidad (4-1). Pero a partir de este domingo, reza el viejo adagio que todo constituirá “borrón y cuenta nueva”. Hay que jugar (casi) a la perfección, porque cualquier descuido puede costar un partido en contra.

En busca de una primera victoria, los lanzadores designados para abrir el juego serán el zurdo tunero Eliander Bravo y el diestro pinareño Mario Valle.

A sus rivales de este domingo, Bravo les lanzó seis entradas en la etapa eliminatoria y apenas permitió una carrera limpia. Pero no tuvo decisión al ser sustituido con el partido igualado.

Mientras, la actuación de Valle contra los Leñadores resultó efímera en la fase regular: apenas cuatro episodios con saldo de tres carreras limpias.

Si atendemos a las estadísticas, este podría comportarse como un duelo de bateo de largas dimensiones. Los respectivos cuerpos de pitcheo deberán hilar fino contra la poderosa tanda rival.

Pinar del Río apostará a la fuerza de sus sluggers Alexei Ramírez, William Saavedra y Yaser Julio González —aunque apenas dieron un jonrón en semifinales contra Industriales—, en tanto Las Tunas se encomendará a sus jonroneros Roberto Baldoquín, Rafael Viñales y los hermanos Yosvani y Yordanis Alarcón.

Las estadísticas reflejan que a Pinar del Río le ha ido muy mal en primeros juegos de finales, pues presenta balance negativo (1-9): como anfitrión (1-2) y en rol de visitador (0-7).

Pero Las Tunas, que buscará su segunda corona consecutiva, ha barrido con sus rivales en los juegos iniciales de fase final.

Marcha en modo invicto (3-0, siempre como local). Pero hay más. También desconoce la derrota en segundos partidos.

(Tomado de Jit)