Volverá el Cine Pobre al nombre del Festival de Gibara
A partir del 2025 el Festival Internacional de Cine de Gibara se llamará Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, de acuerdo con las bases fundacionales expuestas por Humberto Solás, creador del evento, en su Manifiesto del Cine Pobre.
Así lo anunció Sergio Benvenuto Solás, director del Festival –que tuvo lugar del 6 al 10 de agosto– durante la gala de clausura, donde dijo, además, que volverá a celebrarse en abril, como en las primeras ediciones.
De acuerdo con Cubacine, los gibareños nunca lo dejaron de llamar Festival de Cine Pobre; es esta una decisión consensuada entre organizadores, instituciones que auspician y autoridades del municipio y la provincia.
“El cambio de nombre a Festival Internacional a secas, que en su momento tuvo también su justificación, ahora será rectificado, en un viaje a la semilla sembrada en 2003 con ese espíritu de defender un cine de bajo presupuesto, que es ‘pobre en recursos pero rico en ideas’ y en su valor estético y humanista”, aclaró la web del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
La edición venidera, que será la decimonovena, tendrá lugar entre el martes 15 y el sábado 19 de abril de 2025, coincidiendo con la semana de receso, pues tradicionalmente los estudiantes del Oriente del país participan activamente en el Festival, que ha contribuido al desarrollo de la Villa Blanca de los Cangrejos. Este año, una de las novedades de FICGibara fue la Factoría de Cine Pobre, que pretende permanecer en los próximos años con el objetivo de “contribuir a la ampliación de la creación audiovisual en la región oriental del país, facilitando ayudas para la producción a proyectos seleccionados”.
Según informaron los organizadores del Festival, obtuvo el premio esta vez el proyecto de cortometraje documental, de Santiago de Cuba, Llave de paso, de Osmanys Sánchez Arañó y Martha Iris Sánchez Bárcena; el cual recibirá apoyo financiero por valor de 500 000 CUP, y equipamiento de cámaras; acompañamiento de asesoría de producción y financiamiento; y procesos de montaje y corrección de color, con financiamiento total.
Recibieron mención otros tres proyectos, de Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, que contarán también con distintos tipos de asesoría.
Los Premios Lucía de este año fueron para La mujer salvaje, de Alan González, de Cuba (mejor largometraje de ficción); Lapso, de Caroline Cavalcanti, de Brasil (mejor cortometraje de ficción); Un hogar sin armarios, de Eduardo Cubillo, de España y Argentina, (mejor documental); y Amapolas en mi ventana de Grettel Melissa Quintana, de Colombia (mejor animación).
(Tomado de Granma)
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