Las conversaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de ese país prosiguen hoy en esta capital, tras manifestaciones optimistas sobre la cercanía de posibles acuerdos.

Minutos antes de iniciar el diálogo la víspera en su sede habitual del habanero Palacio de Convenciones, el jefe de la representación guerrillera, Iván Márquez, sugirió la posibilidad de llegar a acuerdos sobre el tema del desarrollo agrario en el fin del actual sexto ciclo, previsto para esta semana.

Márquez se mostró optimista en este sentido, pues se han logrado avances y entendimientos de manera sostenida en el asunto de la tierra, el primero de la agenda que guía el diálogo.

Al referirse al desarrollo en el campo, el líder del equipo defendió la necesidad de democratizar las relaciones urbano-rurales, bajo un principio de justicia social territorial.

Para ello, detalló nueve propuestas mínimas referidas a la justicia en el territorio y la política macroeconómica para la paz, entre las que sobresale la creación de un fondo dedicado a la reparación de la deuda histórica, política, económica, social, ambiental y cultural con el campo y su población.

El llamado Fondo extraordinario para la justicia social territorial equivaldría al menos al cinco por ciento del Producto Interno Bruto nacional, y contribuiría a la superación de las desigualdades sociales y la pobreza de la población rural.

Otras proposiciones se refieren al encadenamiento equitativo entre economías rurales y urbanas; la desmilitarización de las zonas rurales, la sociedad y el Estado; las protecciones especiales frente a la política macroeconómica y de comercio exterior; y el desarrollo y ordenamiento territorial para el buen vivir de la población.

Márquez abordó, además, la necesidad de establecer un cese bilateral de hostilidades, lo cual evitaría derramamiento de sangre y favorecería el desarrollo de la mesa de pláticas iniciada el 19 de noviembre pasado, con Cuba y Noruega como garantes.

Hasta ahora las partes se han centrado en el tema de la tierra, seguido en la agenda por otros cinco como las garantías para la participación política, el fin del conflicto armado, la solución al problema de las drogas ilícitas, entre otros.

(Prensa Latina)