Cuba frente a la sequía
Cuba vive una intensa sequía que ya se prolonga por varios años. Al cierre de febrero, el 71 % del territorio nacional presenta sequía meteorológica, de los cuales el 33 % se cataloga como moderada o extrema. Se estima así mismo que 694 mil personas están afectadas de manera parcial y 58700 de forma total. Según especialistas del clima es una tendencia que no se revertirá en el corto plazo, de ahí la importancia de tomar medidas para el uso racional del agua. Pero conoce usted, qué estrategias ha emprendido el país para mitigar los efectos de tan devastador fenómeno climático.
Sequía en Cuba: Una historia que se repite
Al iniciar la Mesa Redonda, Inés Chapman Waugh, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) recordó que la sequía que afecta actualmente al país no es un fenómeno nuevo, sino que tiene un carácter cíclico.
“Este fenómeno es una evidencia del impacto del cambio climático, que no solo repercute en procesos de sequía como el que nos enfrentamos hoy, sino también con la elevación del nivel del mar y la intrusión salina. Este último proceso nos afecta sobre todo los depósitos de agua subterránea”.
Chapman Waugh destacó que es un fenómeno que nos golpea aproximadamente cada tres años: “primero fue en el año 2003-2005 con mayor incidencia en las provincias orientales; luego en el 2010 se afectó mucho los niveles de agua en La Habana, y el actual proceso desde el año 2014”, enfatizó.
Más adelante explicó que este fenómeno se complejiza por la llamada intrusión salina que poco a poco se va adentrando hacia la Isla por la propia configuración del territorio nacional.
“Somos un país estrecho y alargado que al explotar con mayor fuerza el agua subterránea y tener un mayor gradiente del agua de mar, esta penetra tierra dentro”.
Al comentar sobre las acciones para minimizar el impacto económico y social de este fenómeno climático, Chapman informó que se están aplicando nuevas tecnologías como plantas desalinizadoras y la perforación de pozos.
“Otro elemento importantísimo para mitigar los impactos de la sequía en la nación es el Programa Nacional del Agua, aprobado en el año 2012 y que no solo se refiere a las pérdidas en conducción sino que tiene en cuenta el uso racional del agua en los sectores productivos”, acotó.
Compleja situación hidrometeorológica
Al caracterizar la situación hidrometeorológica actual, Virgen Caridad Cutié Cancino, especialista del Centro del Clima del CITMA expresó que lo que se vive hoy, parte de un efecto acumulativo iniciado en el año 2014 donde se han manifestado importantes déficit de precipitaciones.
“En los últimos 37 la región occidental del país, ha presentando 24 meses con déficits; el centro 23 meses y el Oriente 21; lo cual significa que más del 60 % de este período ha estado afectado por carencia de lluvias”.
La especialista informó además que en el 2014 las zonas más afectadas fueron la occidental y la central, en 2015 las tres, mientras que el 2016 fue menos favorable para el centro.
“La región central es la más afectada porque ha estado durante estos últimos tres años presentando déficit en sus acumulados. Al cierre de febrero del presente año, el 71 % del territorio nacional presenta sequía meteorológica, de las cuales el 33 % se cataloga como moderada o extrema”, especificó.
También se dio a conocer que la región central es a su vez donde están los territorios con mayor cantidad de meses consecutivos con sequía.
“Actualmente tenemos 40 municipios del país afectado totalmente con sequía severa. Entre tanto si se evalúa las afectaciones en los últimos 6 meses tenemos 142 territorios afectados”.
Según se detalló, el 81 % de la nación está afectada por la sequía meteorológica, de las cuales el 53 % es evaluado de moderada a extrema. La Habana, Matanzas, Holguín y Guantánamo entre tanto, presentan la situación más favorable.
Virgen Caridad Cutié Cancino, especialista del Centro del Clima del CITMA alertó que nos estamos adentrando en el último bimestre del período poco lluvioso, momento en el que se produce “el mayor estrés hídrico”.
“En los últimos 10 años el mes de marzo se ha comportado por debajo de lo que esperábamos, tendencia que se mantendrá en el presente año. Debemos aclarar que en este propio período poco lluvioso solo se acumula el 26 % de los acumulados totales”.
La especialista advirtió además que ante esta situación climática adversa se debe seguir monitoreando los niveles de lluvia, pues se espera un periodo lluvioso con cierto retraso en su inicio por lo que se deben tomar todas las medidas posibles para minimizar los riesgos que esto tare consigo.
Entre tanto, M.Sc José Antonio Hernández Álvarez, director de uso racional del agua del INRH detalló que como consecuencia de la sequía meteorológica el país está atravesando una sequía hidrológica, que tuvo sus inicios a mediados de 2014, con un incremento gradual en zonas del país con déficits de disponibilidad de agua, tanto de recursos superficiales como subterráneos.
“En julio del 2015 tuvimos la situación más desfavorable, los embalses llegaron a alcanzar un 35 por ciento de capacidad y se afectaron más de un millón doscientos ochenta mil habitantes del país por el tema de la sequía. En octubre del 2015 está situación comenzó a mejorar ligeramente a partir de que tuvimos un periodo seco, 2015-2016 que fue favorable”.
Comentó más adelante que en estos momentos en el país hay alrededor de setecientos noventa y cuatro mil habitantes que hoy están afectados de manera parcial y más de cincuenta y ocho mil setecientos de manera total.
“La afectación parcial es en aquellas fuentes que no están agotadas totalmente y que la población se afecta porque se incrementan los ciclos, disminuyen los horarios de servicio. La afectación total es cuando ya las fuentes están agotadas totalmente y el servicio es a base de pipas y carros cisternas”.
Se informó además que en la actualidad los embalses se encuentren al 43 por ciento de su capacidad.
A mal tiempo, buena cara
El país mantiene una atención directa y se destinan recursos importantes para enfrentar esta situación. Además cuenta con una política nacional de agua conformada por programas donde se incluye el programa de trasvase, el de perforación de pozos, fundamentalmente dirigidos a enfrentar esta situación de cambio climático, comentó Ing Ricardo Limias Díaz, director de gestión de las Inversiones del INRH.
“En muchas provincias del país se han diseñado estrategias en busca de la disponibilidad del agua. En Santiago de Cuba se está construyendo una desalinizadora en Boca de Cabañas para cubrir los déficit que tiene el territorio”.
En el caso de Ciego de Ávila se realizó la interconexión Norte- Sur- agregó- se realizaron estrategias de distribución en la cuidad y se perforan pozos de infiltración para evitar que se afecten la tierra y los cultivos.
También se trabaja de forma intencionada en solucionar por vía de la desalinización para la producción de agua potable en los lugares más afectados.
“Es de conjunto con otras medidas que se están tomando (acumulación de agua lluvia, aguas residuales tratada) para lograr un mayor aprovechamiento del agua y en todas ellas se trabaja de forma intencionada. Estas acciones han sido posibles contado con el apoyo de los organismos que de forma coordinada han organizado el trabajo y además del apoyo de los constructores que han participado en dichas acciones”. precisó.
Ricardo Limias Díaz añadió que desde el punto de vista financiero hemos contado con el apoyo de organismos internacionales que han ayudado al enfrentamiento de estas acciones.
En cuanto a la preocupación de los ciudadanos sobre las perforaciones a los pozos, Chapman aseguró que existe una organización que primero investiga y vela por el cumplimiento del balance de agua. Asimismo existe un grupo de trabajo que se dedica a visualizar donde se pueden hacer las perforaciones.
“Estamos analizando y proyectándonos sobre el uso de las plantas desalinizadoras en Cuba. Además existe un programa que analiza cuantas plantas son necesarias en el país, dimensiones, características del agua”
“Esto es, como decía el comandante en jefe, un reto enfrentar la sequía pero con unidad de trabajo, ahorrando, produciendo nuevas plantas para cosechar agua, sin depender solamente del agua de la lluvia. Hacerlo con inteligencia y rápidamente”, concluyó la especialista.
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