El asesinato del expresidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy (JFK) todavía parece tener mucho combustible, pareciera que nunca se va a acabar, refirió el periodista de la Mesa Redonda Reinaldo Taladrid Herrero en su habitual sección La Esquina de este lunes 23 de octubre.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tiene un nuevo frente abierto relacionado con el criterio de algunos siquiatras respecto al mandatario. El licenciado Reinaldo Taladrid Herrero, periodista de la Mesa Redonda, conversó este este lunes 16 de octubre en su habitual sección La Esquina sobre un libro que apenas tiene un mes en el mercado, The Dangerous case of Donald Trump, en el que 27 psiquiatras y profesionales de la salud mental evalúan a un presidente.
Germán de la calle 28 en Playa le escribió vía correo electrónico al periodista de la Mesa Redonda, el licenciado Reinaldo Taladrid Herrero, solicitándole que se refiera a los huracanes. Ante el pedido advirtió sobre un peligro latente en la sociedad norteamericana y en el mundo con relación a los medios masivos, lo que dicen y el impacto que tienen: el uso irresponsable de los medios de comunicación.
Se hace llamar “Michael el Hombre Negro” y fue el único individuo de su raza extactamente a espaldas del presidente Donald Trump durante su evento en Phoenix, Arizona. El “simpatizante” del presidente, se puede ver desde todas las tomas durante el discurso de Trump. Portaba una camiseta en la que se lee: “Trump y Republicanos no son racistas. Gods2.com”, y cuando se entra en la dirección a pagina no lleva a ningún lado.
En su habitual sección La Esquina, el licenciado Reinaldo Taladrid Herrero, periodista de la Mesa Redonda, dio continuidad al tema de si Trump termina o no su mandato, dándole respuesta a las cartas de Miguel Jiménez de Plaza de la Revolución y de Juan Carlos Hernández de Mayarí Abajo.
Para que se abra un proceso de Impeachment en Estados Unidos se requiere: El voto de una mayoría de la Cámara de Representantes, si se saca 218 votos como mayoría simple pasa al Senado que se convierte en Tribunal. Pero, para destituir al presidente son necesarios al menos dos tercios de los votos de los senadores condenándolo. Si el senado lo encuentra culpable, el castigo consiste en la destitución del acusado y su inhabilitación para desempeñar otros cargos públicos.