Cerca de un centenar de politólogos y expertos en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos estaban reunidos en La Habana el 16 de diciembre de 2014. Ninguno de ellos previó lo que acontecería al día siguiente. Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron simultáneamente, en televisión, que ambos países intentarían dejar atrás medio siglo de confrontación y buscarían una relación bilateral más civilizada. El mundo aplaudió.

Este Presidente, como dice el viejo refrán, no acaba de poner “todos los huevos en la canasta” de Cuba. ¿Qué puede estar ocurriendo con Trump? Es como si estuviera atravesando una encrucijada. Sus declaraciones de Miami parecían decirnos que desmontaría toda la política de Obama hacia Cuba.

Intentos de asesinatos, conocimiento sobre acciones terroristas contra Cuba y planes de realizar atentados en Estados Unidos para culpar a la isla son temas que abundan en los documentos sobre el homicidio del expresidente John F. Kennedy.

En una declaración que dejó pequeños todos los precedentes de arrogancia imperial en la ONU —incluido el nefasto debut en ese foro del propio presidente actual, Donald Trump—, la embajadora de ese país ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dejó claro que su Gobierno está decidido no solo a mantener el bloqueo a Cuba, sino también el menosprecio y bloqueo a la propia Asamblea General. Discurso de la embajadora en ONU Nikki Haley en votación sobre el bloqueo a Cuba.

¡Quien te habla es Asunción, tu hermana de Jacomino! ¡Qué vecino ni vecino! Por favor presta atención. Se comenta que en la acción, ese rubio mal parido, en Washington ha «barrido» nuestra embajada cubana. Los mandó para La Habana sin dar previa explicación. Sigue inventando un montón de excusas sin argumentos, y hasta este mismo momento, con 2 000 especialistas, no se encuentra ni una pista, ni regular ni concreta, de tal arma secreta que al parecer es muy lista. De fabricación certera, arma seleccionadora, que por lo visto hasta ahora, solo a ellos da sordera.

Una contundente victoria política y diplomática obtuvo Cuba este primero de noviembre en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, cuando el mundo respaldó casi de manera unánime el rechazo al bloqueo comercial y financiero contra Cuba, con la sola excepción de Estados Unidos e Israel, el resto de la comunidad internacional rechazó las medidas agresivas del imperio del norte contra la nación caribeña.