A propósito de la celebración en La Habana del Segundo Simposio Internacional Berta Cáceres in Memorian , la Mesa Redonda de este martes debatió sobre la violencia de género, la prostitución, el turismo sexual y la trata de personas, temas que según Mariela Castro Espin “suelen soslayarse y no convertirse en asuntos de políticas o legislaciones y eso es precisamente lo que tratan de hacer el CENESEX y este simposio: llevar esos temas a la altura necesaria para que el desarrollo humano sea llevado a plenitud”.

La violencia de género, la prostitución, el turismo sexual y la trata de personas, vuelven a estar en el centro de los debates promovidos por el CENESEX, en el II Simposio Internacional sobre estos temas que por estos días sesiona en La Habana, esta vez en memoria de Berta Cáceres, la luchadora social y feminista hondureña asesinada en marzo del pasado año, después de múltiples amenazas.

Miguel Alfonso Sandelis, es un cubano extraordinario. Fundador del grupo excursionista “Mal nombre” y líder del Movimiento Cubano de Excursionismo ha realizado más de doscientas guerrillas como excursionista y ascendió a doce de las 15 más altas elevaciones de Cuba, después de enfrentar y vencer dos enfermedades terribles.

Lucía Lucinda Dinorah Betancourt Montenegro, de 85 años fue durante más de medio siglo la bordadora de las charreteras del Comandante en Jefe Fidel Castro. Su hermana Raquel Betancourt Montenegro, de 83 años, única familia directa que vive, ha sido su auxiliar inseparable, testigo y protectora de una historia singular.

Dinorah Betancourt Montenegro, la mujer que durante más de 50 años bordó las charreteras del Comandante en Jefe con pasión de artista, es inseparable de su hermana Raquel. Ellas y Miguel Alfonso Sandelis, líder de excursionistas de varias generaciones con los que ha escalado las cumbres más altas de Cuba en misiones inolvidables, son los protagonistas de “Historias de Vida”, en la Mesa Redonda.

El combate de La Plata fue la demostración práctica de la concepción estratégica de Fidel. Según el doctor en ciencias históricas Mario Mencía Cobas “en esa concepción solo creía el propio Fidel. Y La Plata fue el embrión, la prueba para demostrar que sí se podía ganar, la demostración práctica de que esa concepción estratégica era posible.