En los últimas horas los mandatarios Silvio Berlusconi en Italia y Giorgos Papandreu en Grecia anunciaron su dimisión, pero estas no serán las únicas cabezas que se cobrará la crisis, indicaron expertos. El jefe de gobierno italiano prometió que renunciará a su cargo en cuanto el Parlamento apruebe las medidas económicas de 2012 prometidas a la Unión Europea (UE), lo que no será antes de finales de noviembre.
La Cumbe del G-20 se desarrolló bajo la sombra de un agravamiento de la situación en Europa agravada por la crisis económica mundial. En la Mesa Redonda se explicó que uno de los casos más analizados en la reunión fue el de Italia, donde se ha mezclado el tema económico con el político. Se dice que el problema es el primer ministro Silvio Berlusconi y se demanda su renuncia, pero la realidad es que el conflicto radica en cómo se ha enfocado el dilema dando prioridad a la bancos y no a la producción. Otro tema sensible en la cita del G-20 fue Grecia, que demuestra el agotamiento del modelo predominante en Occidente.
El jefe de gobierno Silvio Berlusconi enfrentó el martes una decisiva votación para su supervivencia política, en momentos en que Italia corre el riesgo de sucumbir a la crisis de la deuda como le ocurrió a Grecia, otro país de la Eurozona, donde se negocia la formación de un gabinete de unión nacional. La situación en Italia es “muy preocupante”, dijo este martes a la prensa el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, al finalizar una reunión de ministros de Economía de la Unión Europea.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, perdió hoy la mayoría absoluta durante una votación parlamentaria, como síntoma de la crisis política de su Ejecutivo, arreciada tras las exigencias de renuncia de antiguos aliados y opositores. Aunque Berlusconi logró aprobar -tal como se esperaba- las cuentas del Estado de 2010 con 308 votos a favor, una abstención y ninguno en contra, el dirigente itálico no alcanzó los 316 escaños necesarios para patentizar el respaldo mayoritario en la Cámara de Diputados.
El importe de deuda de Italia ha alcanzado una suma que excede todos los pasivos de Grecia, Portugal y España juntos, lo que hizo al gobierno pedir a los ciudadanos que paguen la deuda nacional. El gerente de Tuscan Financial Services, Giuliano Melani, se dirigió a la población pidiéndoles que tomen el proceso en sus manos y salden la deuda del país. Los costos anuales del servicio de la deuda cuestan al presupuesto de Italia casi 270 mil millones de euros. Según las estimaciones de Melani, para cubrir los intereses del endeudamiento, cada italiano debe pagar unos 4.500 euros (unos 6.200 dólares), lo que se justifica porque ellos también han contribuido a la crisis por “su confianza desbordante en los políticos” y sus “gastos excesivos”.
Los países de la zona europea, y en particular los del euro, están en el núcleo de la crisis mundial actual y la evolución de la situación en los próximos meses impactará sobre el conjunto de la economía mundial. Estados Unidos está muy preocupado por el efecto bumerang de las quiebras bancarias europeas sobre las instituciones financieras estadounidenses, por la fuerte interconexión existente entre ambos lados del Atlántico. Sus preocupaciones no son estrictamente políticas, en principio son económicas.