Es imposible verlas sin sobrecogerse. Uno advierte que las imágenes del regreso del niño Elián González, el 28 de junio de 2000 a su Patria, provocan una sensación que no termina. Fueron más de siete meses de prolongada y justa lucha de su pueblo por verlo crecer definitivamente junto a su padre y, a la vez, fue esta una causa símbolo por su nobleza y por la intensidad de los días que esta tierra vivió desde diciembre de 1999.

Expresiones artísticas que incluyeron ballet y danza tradicional engalanaron la clausura de la XIII Cumbre del ALBA-TCP. En el encuentro también se recordaron hitos en la historia del organismo de integración. En la gala de clausura de la XIII Cumbre del Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) destacó el discurso del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien valoró el papel de Cuba en los procesos revolucionarios en América Latina y el Caribe.

Por su importancia histórica y trascendencia, la Mesa Redonda repondrá durante lunes y martes todos los detalles de lo acontecido ayer 14 de diciembre en la Cumbre ALBA-TCP, que conmemoró en La Habana el décimo aniversario del ente integrador y rindió homenaje a sus fundadores, Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías.

La Casa Editorial Verde Olivo reconoce al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz y al General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en ocasión de cumplirse los 55 años de creada la revista de igual nombre, de la cual fueron fundadores.

De la risa al llanto me llevó, sin transiciones, el documental Dos comandantes en el terreno, una obra que nos regresa a aquel juego entrañable entre veteranos del béisbol venezolano y cubano, pero que tuvo la singularidad de tener en sus novenas a Fidel y a Chávez.

Este fue un viaje a la semilla del cariño, a la hermandad entrañable que se tejió entre dos naciones, al puente entre dos pueblos que siempre han sabido tenerse cerca en los momentos más difíciles. Pero si tuviéramos que situar ese primer día hermoso de confraternidad en algún calendario, escogeríamos, sin dudarlo, el 12 de septiembre de 1973, cuando Fidel llegó a esa tierra, acompañado de una delegación, para reafirmarles que la revolución de Viet Nam y la de Cuba constituían dos acontecimientos de una importancia histórica y una enorme contribución al movimiento internacional.