Tabaquismo y bien público en la Ley de Comunicación Social
Cuando alguien enciende un cigarro, en cualquiera de sus formatos, marcas, presentaciones o imagen de producto, lo hace sin pensarlo dos veces, por puro reflejo condicionado, ajeno a todo pretexto. En su inmensa mayoría, los fumadores asocian tal acto a una sensación confortable y de falso prestigio, aprendida lejos de la escuela y muchas veces fuera de la familia, pero alentada por un descomunal aparataje que suma todos los tipos de soportes y medios de comunicación masiva.