La situación en es ese archipiélago asiático tras el terremoto y tsunami, así como también las explosiones en las centrales nucleares fueron abordadas hoy en la Mesa Redonda, referida a la situación en ese país y el Oriente Medio.

En tal sentido, Gladys Hernández Pedraza, especialista del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, se refirió al gran impacto social causado por los fenómenos naturales y a las pérdidas económicas, valoradas en millones de dólares.

Resulta imposible, dijo, predecir las reales consecuencias económicas del desastre, cuando aún se vaticinan réplicas del fenómeno tectónico, en una nación que no obstante ostentar el tercer escaño financiero mundial, exhibe una deuda que duplica su Producto Interno Bruto.

La magnitud de los daños provocados por el terremoto de nueve grados que afectó el noreste de Japón el viernes último, incluidas tres plantas termonucleares, y del tsunami que arrasó edificios, vehículos, industrias y embarcaciones, y ha causado decenas de miles de víctimas. El máster José Fidel Santana Núñez, presidente de la Agencia Nuclear de Cuba, explicó que Japón dispone de 54 reactores nucleares, en cuyo diseño, que data de 30 años, no están contemplados probables daños por un terremoto de nueve grados en la escala Richter, sino de hasta siete.

Urgidos por Estados Unidos y Europa, los cancilleres de 21 países árabes discuten hoy la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, conscientes de que cualquier decisión dejará un marca indeleble en esa comunidad.

“Desde hace años hemos venido denunciando que la estrategia imperial se ha reactivado. El imperio yanqui en su desespero sigue y seguirá amenazando a los pueblos que luchan por su dignidad; por eso hemos propuesto detener esa guerra”, apuntó en esta capital durante un encuentro con estudiantes.

El reforzamiento de unidades navales en el mar Mediterráneo central para controlar el bloqueo a Libia constituye uno de los principales pronunciamientos de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN, concluida hoy en esta ciudad.

La misión técnica enviada por la Unión Europea (UE) a Trípoli para tener información propia sobre la crisis no ha podido corroborar que haya habido combates en la capital de Libia; tampoco encontró signos de bombardeo en la ciudad. En este sentido, el grupo pidió el despliegue de un equipo independiente para analizar la situación y determinar responsabilidades, informó uno de los funcionarios de alto nivel, según la reseña de TeleSUR.