Asela de los Santos En persona
Habla con una voz dulce y serena mientras nos descorre con suma delicadeza las cortinas de su existencia, porque pareciera que rehúye a hablar de sí misma. Le cuesta. Está hecha de esa humildad de las grandes. Por eso prefiere hablar del contexto de su formación como revolucionaria; de Vilma, su amiga y compañera de labor entrañable; y de la educación en Cuba, un amor que la desborda.