Miles de manifestantes de Taiz exigieron en esta capital la salida de Yemen del embajador estadounidense, Gerald Feierstein, a quien exigieron disculparse con la ciudadanía por declaraciones polémicas, informaron hoy activistas opositores. Medios independientes destacaron el activismo de los integrantes de la “Marcha por la Vida”, llegados a Sanaa el pasado fin de semana desde la sureña ciudad de Taiz para demandar que se juzgue al presidente, Alí Abdulah Saleh, por presuntos crímenes contra sus oponentes civiles.

Los manifestantes del movimiento Occupy Wall Street que manifiestan en Washington, señalaron que sus acampadas no tendrán descanso en los días festivos de Navidad y Año Nuevo. El movimiento Occupy permance acampando en la plaza McPherson y han advertido que no tendrán vacaciones, en solidaridad con ocupaciones que se desarrollan en otras ciudades o que han sido desmanteladas por los cuerpos represivos.

Abdel Moneim Kato, un general retirado que asesora a la Junta Militar que dirige con mano sanguinaria la “transición ordenada” en Egipto, ha sugerido enviar a los manifestantes a los hornos de Hitler y ha justificado la violenta agresión que sufrió la mujer que ha sido triste protagonista de las últimas noticias que llegan desde El Cairo. Según The New York Times, el general alega que la mujer antes de ser agredida había injuriado al Ejército desde un megáfono.

Indignadas por la imagen de tres soldados desnudando y atacando violentamente a una manifestante, miles de mujeres salieron el martes a manifestarse desde la Plaza Tahrir al cercano sindicato de la prensa gritando “Las mujeres egipcias son línea roja” y “Abajo el gobierno militar”. Mujeres de todas las edades y orígenes convergieron en el complejo administrativo de la Plaza Tahrir tras los llamamientos efectuados en Facebook para que las mujeres salieran a protestar y expresaran su condena por los hechos y las imágenes –que actualmente circulan en periódicos y páginas de Internet- de mujeres jóvenes acosadas, golpeadas y desnudadas por los militares.

Los enfrentamientos que causaron 14 muertos y centenares de heridos en cinco días en El Cairo colocaban en una situación delicada a los militares en el poder, criticados en el mundo por la forma de tratar a los manifestantes, y en particular a las mujeres. En horas de la noche, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que dirige Egipto desde la caída en febrero del presidente Hosni Mubarak, declaró que lamentaba “profundamente” la violencia ejercida contra los manifestantes.

Varios testigos han confirmado la presencia de francotiradores de las fuerzas de seguridad egipcias disparando contra manifestantes en la plaza Tahrir, en El Cairo, durante las protestas de este lunes contra el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, según ha informado el diario egipcio ‘Al Masry al Youm’. “Un francotirador que se encontraba en el tejado del edificio de Mugamma — sede de varios ministerios y ubicado en la emblemática plaza–“, según ha señalado Mustafá, uno de los manifestantes. “Además, los manifestantes fueron empujados hacia la plaza por el Ejército y la Policía”, ha agregado.