Las ruedas de la Revolución
Es muy probable que, después de febrero de 1895, la idea y la mano de José Martí nunca hicieran tanta falta como en este. Si entonces se destapaba a la manigua la Guerra Necesaria amorosamente tejida por el Maestro, en los actuales días de relevo trascendental requerimos su presencia, para sostener la Revolución Imprescindible. Pero el Héroe de Dos Ríos, dígase de cara al sol, no puede ser el venerado explorador de futuro sino el guía acompañado del presente.