Han pasado cien días. Puerto Príncipe ha resucitado, pero sigue malherida. Ya no hay cadáveres en cada esquina de la capital de Haití. Tampoco zombies que desfilen por sus calles tras la mayor tragedia natural de la Historia, la que el 12 de enero reventó al país más pobre de América.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reiteró el reto que constituye para la humanidad el caso de Haití, devastado por un violento terremoto en enero pasado. Durante el 184 Consejo Ejecutivo de la UNESCO que tiene lugar en su sede principal de París, su directora general, Irina Bokova, recalcó hoy que la solidaridad y la cooperación son prioridades para ayudar a la reconstrucción de la nación caribeña.
Un potente terremoto de magnitud 7,8 sacudió el norte de la isla indonesia de Sumatra a primeras horas del miércoles, indicaron sismólogos norteamericanos, y motivó una alerta de tsunami. El epicentro del sismo se situó a 46 km de profundidad, a la altura del norte de Sumatra, a las 05h15 locales (2215 GMT del martes), según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
De acuerdo a los reportes de autoridades policiales mexicanas, Mexicali, la ciudad más cercana al epicentro del movimiento telúrico, se encuentra sin líneas telefónicas, celulares o radio comunicación, aunque poco a poco se han ido restableciendo. “Al menos un edificio colapsó y otros edificios públicos y privados tienen algunos daños”, explicó Alfredo Escobedo, director de Protección Civil.
La inmediata presencia del General de Ejército Raúl Castro en la provincia de Santiago de Cuba tras el sismo que el 20 de marzo pasado alarmó a la población de ese territorio, llenó de confianza, optimismo y seguridad a los santiagueros. El presidente del Consejo de Defensa en el territorio, Lázaro Expósito Canto, describió las medidas adoptadas allí, que incluyen el intercambio de autoridades y pobladores con sismólogos y especialistas en el tema, más la evaluación de los daños detectados tras el fenómeno telúrico.
También añadió que aunque se han incrementado la información y el adiestramiento del pueblo para casos de terremotos, hay que seguir perfeccionando el plan de medidas, sobre todo reforzando los edificios vulnerables.
Al mundo del golf solo le interesa Tiger Woods, pero casi nadie sabe que en uno de los campos de ese deporte, en la devastada capital haitiana, viven hoy más de 45 mil damnificados del terremoto del pasado 12 de enero. Si el retorno del Tigre, previsto para el próximo 5 de abril, en lugar de en el Máster de Augusta, fuera en Haití, decenas de cadenas de televisión tendrían sus equipos en Puerto Príncipe.